La muestra fue inaugurada la víspera en la terminal aérea capitalina por la presidenta Michelle Bachelet, con la presencia de la ministra de Defensa Viviane Blanlot, el jefe de la Fuerza Aérea, Osvaldo Sarabia, parlamentarios y miembros del cuerpo diplomático.
Más de 370 empresas de Estados Unidos, Europa y América Latina expondrán hasta el domingo los más recientes adelantos, pero lo más novedoso de su nueva versión es la exhibición de las dos primeras unidades de la formidable flota de cazabombarderos F-16 adquiridos por Chile.
La FIDAE exhibe este año 121 aeronaves, en su mayoría comerciales, provenientes de gigantes internacionales como Airbus y Boeing, Bombardier, Cessna, Gulfstream y Raytheon Aircraft Company, entre otras.
Con un desembolso cercano a los mil millones de dólares, Chile adquirió el pasado año de la empresa estadounidense Lockheed Martin 10 cazas F-16 Block 50, con la última generación tecnológica, a los que se unirán otras 18 de estas unidades compradas recientemente a Holanda.
La flota de combate, la más moderna y poderosa de América Latina, fue destinada a la base aérea Los Cóndores, situada a más de mil kilómetros de Santiago, muy próximo a la frontera con Perú, especialmente reacondicionada para acoger los modernos aparatos.
Los aviones son los mismos que tiene la flota de combate norteamericana desde 1975 y los modelos actuales permitirán a Chile contar con la tecnología más avanzada de la región, que alcanza 60 mil pies en dos minutos y dispara armas que se lanzan “fuera del alcance del enemigo”.
Los aviones multirrol cuentan con los sistemas estándar usados en Estados Unidos e incluyen un radar que emplea técnicas para descodificar el efecto doppler (identificación del objetivo) y rastrear hasta 10 blancos al mismo tiempo, a 300 kilómetros de distancia.
Para el primer semestre de 2007 también habrán llegado, en grupos de a seis, los 18 F-16 Block 16 usados, adquiridos a Holanda, para completar una flota de 28 máquinas, que reemplazarán a los actuales Mirage Elkan y Pantera que funcionan en Chile.
Estas compras forman parte de una completa y costosa modernización de todas las ramas de las Fuerzas Armadas chilenas, que incluyen además cuatro fragatas, dos submarinos nuevos, y unos 300 poderosos tanques de guerra Leopard II alemanes.
Este programa es visto con suma preocupación en las naciones vecinas, donde se advierten que las millonarias compras exceden las necesidades del país y rompen el equilibrio militar en la región.
“Estamos recibiendo por una parte los F-16 y retirando los Mirage. No se trata de una carrera armamentista sino de renovar material de vuelo que está llegando al final de su vida útil”, dijo ayer el general Sarabia, comandante en jefe de la FACH.
“Lo que se ha hecho es renovar material que estaba llegando a un grado de obsolescencia y que era muy caro mantener en operación”, insistió el jefe militar.
En declaraciones difundidas aquí el domingo, el candidato presidencial peruano Ollanta Humala, que encabeza las encuestas electorales con miras a los comicios del próximo 9 de abril, dijo sentirse “preocupado” por estas compras.
“Me preocupa cuando Chile compra de manera casi compulsiva material bélico”, dijo en una entrevista con el diario Las Ultimas Noticias de Santiago.
La ministra de Defensa chilena atribuyó esos dichos a un recurso electoral del dirigente peruano. “Nosotros hemos sido buenos vecinos por muchas decenas de años y ahora no hay ninguna amenaza”, afirmó Blanlot.
Santiago de Chile, 28 de marzo 2006
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