La selección, acordada durante una reunión que duró más de cuatro horas la víspera, incluyó al comandante de Institutos y Doctrinas, general Oscar Izurieta, y el director de Logística, general Jorge Matus.
También se encuentran el comandante de Operaciones Terrestres, general Alfredo Ewing Pinochet, y el comandante de Apoyo Logístico, general José Miguel Piuzzi.
De esa lista el primer mandatario chileno escogerá al sustituto del controvertido general Juan Emilio Cheyre, quien debe entregar el mando en marzo del próximo año.
Tras el encuentro, el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, advirtió que el próximo comandante en jefe del Ejército “va a tener una tarea de consolidación y profundización del proceso de modernización que iniciaron los generales (Ricardo) Izurieta y (Juan Emilio) Cheyre”.
Según Ravinet “ninguno de los actuales generales ha cumplido un papel político propiamente como tal”.
“Gran parte de ellos -apuntó- tiene un excelente nivel profesional y, por tanto, el Presidente tiene un ramillete de muy buenos nombres para continuar lo hecho por los generales Izurieta y Cheyre”.
La elección puede convertirse en un tema conflictivo luego que el presidente Lagos afirmó a fines de octubre que haber pasado por un órgano represivo de la dictadura militar (1973-1990) no inhabilita a nadie para ser comandante en jefe.
El tema surgió cuando la hija de Carmelo Soria, un diplomático español asesinado por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) en 1976, acusó en octubre pasado al general Eduardo Aldunate, segundo jefe de las tropas chilenas en Haití, de haber participado en el crimen.
Las autoridades gubernamentales negaron primero que el militar hubiera formado parte de los cuerpos represivos, pero luego admitieron que pasó por la Central de Nacional de Inteligencia (CNI), pero no había cometido violaciones de los derechos humanos.
Según se afirma, un tercio del alto mando de esa rama castrense (13 de 36 de sus miembros) tuvo vinculación, siendo tenientes o capitanes, con la CNI, organismo de seguridad interior que reemplazó a la DINA en 1978.
Por lo pronto, el candidato presidencial de Junto Podemos, Tomás Hirsch, criticó hoy que dentro de la plana mayor del Ejército se encuentren todavía generales que pasaron por la CNI.
“Rechazamos el hecho de que todavía la plana mayor del Ejército esté integrada por generales que pasaron por la CNI o la DINA y de ningún modo me parece satisfactorio o aceptable decir que cumplieron labores administrativas”, manifestó.
El abanderado de la Izquierda demandó de las autoridades aclarar “las labores administrativas” que realizaban los actuales generales en la CNI, ante las afirmaciones de Lagos de que mientras no hubieran participado en actividades represivas no hay problema alguno.
“¿Y que es una labor administrativa? ¿Escribir en el computador la lista de los que fueron tirados al mar?, ¿escribir la orden para que otros fueran ejecutados?, ¿pedir más materiales para las salas de tortura? ¿Esas son funciones administrativas?”, preguntó Hirsch.
El líder humanista señaló que resulta inaceptable e intolerable que un ejército, en un país que quiere plantearse como democrático, esté comandado por gente que participó directa o indirectamente en la violación de los Derechos Humanos.
Santiago de Chile, 23 de noviembre 2005
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