Transcurrió más de medio siglo desde aquel momento en que la dictadura, apoyada por los poderes fácticos y el gobierno de Estados Unidos, declaró como enemigo interno al pueblo, aseguró Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista de Chile.
Se inició entonces, dijo, la persecución y exterminio de los militantes y dirigentes de los partidos políticos de izquierda y los movimientos sindicales y sociales, por el sólo hecho de mantener una propuesta de una sociedad plenamente democrática.
En una ceremonia al pie del monumento a Salvador Allende, erigido a un costado del Palacio de La Moneda, Carmona afirmó que se rinde homenaje no sólo al compañero presidente, sino también al liderazgo forjado en mil batallas, en busca de una política con sentido de futuro.
Ese fue un proyecto interrumpido por la fuerza represiva, pero sigue vigente hoy día en los asuntos esenciales y debe proponer y sostener los valores de humanismo que hizo el gobierno de la Unidad Popular, afirmó el dirigente.
Somos, dijo Lautaro Carmona, Partido Comunista y allendista, que lucha por la democracia y justicia social, por la defensa irrestricta de los derechos humanos, y también antiimperialista e internacionalista.
Por su parte, Mónica Quilodrán, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), declaró a Prensa Latina que es impresionante cómo 51 años después todavía sigue viva la esperanza que Salvador Allende entregó al pueblo.
Esto, señaló, pese a pesar que los gobiernos instalados después del fin de la dictadura en 1990 no han hecho los cambios necesarios para salir del marco de modelo neoliberal vigente.
Tenemos una patria llena de injusticias, donde hay jóvenes sin alternativas debido a la ausencia de una educación integral y donde la droga hace estragos, puntualizó Quilodrán.
En los homenajes a las víctimas del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet también participaron la organización gremial Central Clasista de los Trabajadores y la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, entre otras agrupaciones.
Durante marchas separadas recorrieron un costado de La Moneda e hicieron un alto ante la puerta Morandé 80, por donde fue sacado el cuerpo del presidente Allende y de varios de sus colaboradores que ofrendaron sus vidas el 11 de septiembre de 1973.
Santiago de Chile, 11 de septiembre 2024
Crónica Digital/PL