Elevadas tasas de interés, una inflación agobiante, incertidumbre a nivel mundial y hasta afectaciones por el cambio climático, causaron una notable desaceleración en la mayoría de las economías de América Latina en 2023 con respecto al año pasado, según la opinión de expertos.
“Para 2024 se espera que la región mantenga la dinámica de bajo crecimiento y todas las subregiones crecerán menos que en 2023: América del Sur crecería un 1,4 por ciento, Centroamérica y México un 2,7 por ciento, y el Caribe un 2,6 por ciento (sin incluir Guyana)”, estima la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En su “Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2023”, presentado el pasado 14 de diciembre, el organismo de las Naciones Unidas señala que estas proyecciones reflejan el bajo dinamismo del crecimiento económico a nivel mundial.
Agregó que “la inflación continúa a la baja en la región, pero la política monetaria mantiene todavía un sesgo restrictivo, debido a los efectos que la reducción de tasas podría tener sobre los flujos de capital y el tipo de cambio, considerando que, en los países desarrollados, se mantienen todavía vigentes las altas tasas de interés”.
Para salir de la trampa de bajo crecimiento, la CEPAL recomienda “escalar las políticas de desarrollo productivo con una mirada en sectores estratégicos dinamizadores, impulsar políticas para promover la inversión pública y privada, y adecuar el marco de financiamiento para potenciar la movilización de recursos”.
Expertos consultados por Xinhua realizaron una evaluación de las principales economías de la región y coinciden con la CEPAL en el bajo crecimiento, así como en un próximo año no tan bueno, aunque destacan el avance de algunos países y las acciones que se llevan a cabo para retomar las metas inflacionarias.
Brasil sorprendió positivamente en 2023, el primer año de gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, con un crecimiento previsto de 3 por ciento, al superar de manera amplia los pronósticos de enero (0,77 po ciento), con expectativas favorables para 2024.
“Destaca, sin duda, el consumo de las familias, que creció como resultado de la política activa del gobierno en relación al salario mínimo y a las políticas de transferencia de renta (apoyos sociales)”, señaló el economista Róridan Penido Duarte, miembro del Consejo Federal de Economía.
“Otro dato destacado es la reducción, aunque lenta y a ritmo constante, del desempleo, que ya está alcanzando mínimos históricos en algunos períodos”, agregó.
En tanto, para José Luiz Pagnussat, profesor de la Escuela Nacional de Administración Pública, un factor fundamental que favorece el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) brasileño es la demanda china sostenida de sus productos, al señalar para Xinhua que “lo que está ayudando a Brasil es China”.
Pero no todo es positivo, ya que en el caso de Ecuador, la nación enfrenta una situación compleja.
Esta situación está marcada por una economía ralentizada, una reducida atracción de inversión y problemas para cubrir el gasto fiscal, en un contexto en el que el Gobierno de transición enfrenta desafíos como el empleo y la seguridad, en medio de una inusitada violencia que golpea a la nación.
El desempleo cerró en 3,8 por ciento en el tercer trimestre de 2023, mientras que la tasa de homicidios cerraría este año en más de 40 por cada 100.000, lo que situaría a Ecuador entre los países más violentos de la región.
En tanto, el analista y consultor económico, Alberto Acosta Burneo, dijo a Xinhua que el país atraviesa por una triple crisis fiscal, de empleo y de productividad, con una inversión detenida y un acelerado crecimiento del gasto corriente al finalizar el año.
Otro país que también atraviesa por una situación complicada es Perú, aunque a decir del analista económico Javier Zúñiga, el país sudamericano cuenta con “potencial” para salir de la recesión en 2024.
Pero según el analista, para lograrlo será necesario que “todas las autoridades de los distintos niveles de gobierno articulen esfuerzos para invertir de manera eficiente y eficaz el presupuesto que tienen”.
“Es importante destacar el factor climático en el desarrollo de la actividad económica el próximo año. Un fenómeno (climatológico) de El Niño (global) y Niño costero impactaría significativamente la economía nacional”, observó.
Colombia tampoco fue la excepción y tuvo un 2023 complicado, con una desaceleración provocada por una elevada inflación, altas tasas de interés y el clima de incertidumbre por la inseguridad regulatoria de algunos anuncios del gobierno, a decir del analista económico Armando Montenegro.
A su vez, el economista y exdiplomático Enrique Posada subrayó la baja en la inversión extranjera y un descenso en las importaciones que lleva al riesgo de un mayor déficit fiscal en Colombia.
En tanto, la economía de Uruguay fue impactada en 2023 por una sequía inédita, caída en los precios de los productos agroindustriales que exporta y la crisis económica de su vecino, Argentina.
Por eso, el gobierno que sea elegido a fines de 2024 para suceder a Luis Lacalle Pou deberá “ser cauteloso” a la hora de planificar el aumento de gasto, según el parecer de Nicolás Cichevski, gerente de Análisis Económico de la firma de consultoría CPA Ferrere.
“La situación fiscal no va a estar consolidada del todo y el país debe aspirar a un déficit en torno al 2 por ciento”, consideró.
Santiago de Chile, 26 de diciembre 2023
Crónica Digital/XINHUA