Presuntamente, los agentes fueron asesinados por sicarios y en el ataque resultó herida la esposa de uno de los agentes.
Los responsables del hecho se desplazaban en una motocicleta desde la cual dispararon contra estas personas, quienes departían con sus familiares en el local atacado, según testigos.
En tanto, en la vereda La Sierra del municipio de San Vicente del Caguán, departamento de Caquetá, individuos armados cegaron la vida a cinco campesinos.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz detalló que sobre uno de los cuerpos había una nota en la cual se señalaba la autoría del crimen a un grupo disidente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
El viernes fue asesinada una exguerrillera en proceso de reincorporación, con la cual suman nueves excombatientes ultimadas en Colombia desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016.
De acuerdo con el partido Comunes, la firmante de paz de 25 años, murió luego de recibir impactos de bala en la cabeza, junto a otra mujer cuya identidad se investiga, en la vereda El Palmar, Buenos Aires, departamento del Cauca.
Desde la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos, en representación del Estado, y las FARC-EP, 277 exguerrilleros fueron asesinados, y 28 en lo que va de 2021.
Pese al pacto suscrito, esta nación suramericana vive una espiral de violencia, acentuada en los últimos dos meses en el contexto del paro nacional con saldo de más de 70 muertos, según organizaciones defensoras de los derechos humanos, la mayoría a manos de la fuerza pública.
Una de las demandas de las movilizaciones es la implementación del Acuerdo, mediante la cual, varios de los graves problemas de la población tendrían un camino para su solución.
Entre ellos mencionan el acceso pleno a todos los servicios públicos, la reducción de la brecha entre ricos y pobres, el fin de políticas neoliberales y el cese de la criminalidad, entre los reclamos fundamentales.