También señalaron que el Gobierno de Bolsonaro, ante su actuación en la crisis sanitaria, ‘amplifica las profundas desigualdades’ y ellos exigen investigaciones.
Asimismo, el grupo aseveró que apoya ‘las más de 60 solicitudes de destitución del presidente de la República, en particular por los delitos de responsabilidad con respecto a las políticas de salud pública en tiempos de pandemia’.
Entre las entidades que denuncian a Bolsonaro figuran la Comisión Especial de Ecología Integral y Minería de la Confederación Nacional de Obispos, el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas, el Consejo Indígena Misionero, Franciscanos Internacional, la Fundación Luterana de la Diaconía, así como organizaciones de misioneros, congregaciones y hermanas.
Además de la ONU y la OMS, los demandantes requirieron que la Organización Panamericana de la Salud presione al gobierno brasileño, al percibir que no existe ‘transparencia en la información y menos aún confianza en las decisiones tomadas por las representaciones políticas en relación con la contención de la Covid-19’.
De cada 10 personas que mueren por el patógeno en el mundo, una es de Brasil, señalaron. ‘La emergencia de hoy deriva de las decisiones políticas de ayer’, remarcaron.
Mencionaron que la llamada ley de Techo de Gasto, por ejemplo, dificulta la inversión pública y contribuye a aumentar las desigualdades con la privatización de servicios esenciales para el desarrollo económico, como el saneamiento básico, la educación y la sanidad.
Para el grupo religioso, las poblaciones más afectadas por esta opción política son los negros e indígenas, ‘reforzando así el racismo estructural de nuestra sociedad’.
Insistieron en que el análisis detallado de las decisiones del gobierno en relación con la pandemia revela una estrategia de propaganda contra la salud pública, un discurso político que moviliza argumentos económicos, ideológicos y morales.
‘Una vez más, el grito de auxilio es más fuerte en la Amazonia, donde la ola de contaminación dibuja escenarios de indecible degradación y total falta de respeto a la dignidad humana’, subrayaron.
Brasilia, 30 de enero 2021
Crónica Digital/PL