Brotes de violencia similar a la usada para desestabilizar al gobierno de Evo Morales hace un año, generan preocupación en Bolivia, junto a la confesión de un dirigente derechista de que financió aquel movimiento.
Los agraviados denunciaron que fueron así impedidos de participar en una reunión de los representantes de Santa Cruz en la Cámara de Diputados, en una agresión similar a las cometidas en la asonada que derivó hace un año en el golpe contra el entonces presidente Evo Morales.
Por otra parte, desconocidos prendieron fuego a la casa de la exdiputada del MAS Muriel Cruz en la ciudad de Montero, en el departamento (provincia) oriental de Santa Cruz, y la afectada dijo que fue un hecho vandálico con trasfondo político, pues recibe constantes amenazas debido a su militancia.
El atentado mereció la reprobación Oficina en Bolivia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que llamó al diálogo para resolver problemas como el de Montero.
El ataque se produjo en el contexto de un conflicto por la alcaldía de la localidad, donde la mayoría de los concejales, del MAS, designó como titular del cargo a Teresa Paz en reemplazo de Miguel Hurtado, del grupo Creemos, cuyo jefe es el evangélico derechista Luis Camacho.
Camacho ganó titulares de prensa al admitir que financió la huelga general y las protestas de Santa Cruz que fueron claves para la dimisión de Evo Morales y que sectores de oposición presentan como rebelión ciudadana.
Tras la instalación del gobierno de facto, hace un año, el personaje declaró que su millonario padre -ligado a anteriores dictaduras- ‘arregló’ con los mandos militares con vistas a evitar la represión de la violencia derechista y presionaran a Morales para que renunciara, previo motín policial en el cual mediaron sobornos.
El grupo de Camacho, Creemos, tercera fuerza parlamentaria, reclamó ayer contra la decisión del legislativo de declarar ‘Héroes del Estado Plurinacional de Bolivia’ a los caídos en la represión policial y militar contra manifestaciones antigolpistas, en 2019.
Actitudes como las reseñadas parecen ser la respuesta de la oposición extrema a la mano tendida por el presidente Luis Arce, al anunciar un gobierno para todos los bolivianos y llamar a la superación de rencores en aras de la unidad nacional.
La Paz, 19 noviembre 2020
Crónica Digital/PL