Fabiola Campillai, una de las víctimas de la represión policial durante las manifestaciones populares tras el 18 de octubre de 2019, denunció hoy en Chile la nula atención del gobierno ante su difícil situación.
Campillai se convirtió en uno de los símbolos de la violencia policial contra la ciudadanía tras perder la visión de ambos ojos al ser impactada en la cabeza por una bomba lacrimógena el 27 de noviembre último cuando esperaba un ómnibus para dirigirse a su trabajo.
A casi nueve meses de ese atropello que trastocó totalmente su vida, declaró a un medio radial digital que desde el gobierno “nunca nos han llamado, nunca han venido, nunca han tratado de saber cómo estamos o cómo estoy yo, nada. Ni siquiera en el hospital.”
Explicó que las pesquisas de las autoridades sobre el hecho que la privó de la vista siguen prolongándose y dijo “sólo pedir que esta investigación termine, que haya un poquito de rapidez, porque todavía no termina la investigación y no puede haber un juicio.
Asimismo señaló que del carabinero que le disparó “no hemos sabido mucho, solo que él sigue en sus labores como si nada, mientras yo, día a día, trato de salir adelante y volver a aprender todo lo que ya sabía”.
Campillai pidió justicia “para que al menos la persona que me quitó mis ojos pague por lo que hizo y pague con cárcel, no que lo den de baja y siga como si nada”.
Cooperativa.cl recordó sobre este caso que en julio se conocieron detalles de un video, filmado con las cámaras de la policía, complica al capitán Patricio Maturana Ojeda, como presunto autor del disparo de la bomba lacrimógena que cegó a la joven.
Tras divulgarse ese video, desde el Gobierno expresaron, como en otras ocasiones, su interés en que se establezcan responsabilidades, mientras que el cuerpo de Carabinero ha informado que la investigación sigue su curso.
Durante las protestas posteriores al estallido social de octubre del pasado año, una de las prácticas policiales más denunciadas fue la de disparar perdigones y bombas lacrimógenas directamente al rostro de manifestantes, lo que provocó a cientos de personas la pérdida la visión de uno de sus ojos u otros traumas graves.
Fabiola Campillai y Gustavo Gatica, estudiante universitario que también perdió la vista completamente por disparos de balines durante una protesta en la Plaza Baquedano, se convirtieron en símbolos frente a ese actuar policial.
Santiago de Chile, 10 de agosto 2020
Crónica Digital/PL