Calificó dicha actitud de errónea, tras advertir de una reacción apropiada por parte de Beijing en defensa de sus derechos e intereses.
Estados Unidos –indicó- intensificó la opresión política contra los medios chinos en medio de su ofensiva sustentada en una mentalidad de Guerra Fría y perjuicio ideológico.
Wang, asimismo, deploró la hipocresía de la Casa Blanca, porque por un lado habla de defender la libertad de prensa y por el otro obstruye la labor reporteril de los periodistas del estado asiático.
Las fricciones entre ambas potencias por el tema de la prensa se exacerbaron en febrero pasado cuando Washington limitó a 100 la cantidad de empleados de las oficinas de la agencia Xinhua, la televisora CGTN, la estación China Radio International y los periódicos China Daily y Diario del Pueblo instaladas en suelo norteamericano.
Aparte, también clasificó a esas entidades como misiones extranjeras y así las obliga a seguir las mismas reglas que embajadas y consulados bajo el argumento de estar controladas por el Gobierno de China.
En reciprocidad, el estado asiático en marzo informó que las corresponsalías de Voice of America, New York Times, WSJ, Washington Post y Time deben detallar por escrito los datos sobre su personal, finanzas, operaciones y propiedades aquí.
Exigió a los periodistas de los citados medios cuyas credenciales vencerán este año, entregar las cédulas pues no se les permitirá trabajar más ni en China continental, ni en Hong Kong y Macao.
Beijing, 4 agosto 2020
Crónica Digital/PL