Asimismo, se refirió a una reciente orientación emitida por la Oficina de Ética y los departamentos pertinentes.
Esta no indica que el personal de ONU deba permanecer neutral o imparcial ante el racismo, por el contrario, no está prohibido realizar demostraciones personales de solidaridad o actos de compromiso cívico pacífico, siempre que se lleven a cabo en una capacidad privada, dijo en su misiva.
La orientación dada ‘tenía el propósito de enfatizar la necesidad de equilibrar tales actividades con el mejor juicio de uno como funcionarios públicos internacionales y nuestras obligaciones oficiales’.
El diplomático portugués recordó que la ONU tienen un orgulloso historial de lucha contra el racismo y todas las formas de discriminación, desde su papel de liderazgo en la lucha contra el apartheid hasta la bienvenida extendida a Martin Luther King, Jr.
De hecho, el pasado 4 de junio, Guterres participó en un encuentro virtual del Ayuntamiento de Nueva York, el cual se centraba en un desafío urgente en medio de la pandemia: la plaga del racismo que pudo apreciarse en un acto asesino de brutalidad policial que desató protestas en Estados Unidos y el mundo.
Así informó el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, y detalló que el diplomático portugués está pidiendo una discusión profunda y sincera entre colegas sobre el racismo, incluso en las Naciones Unidas.
En sus palabras al Ayuntamiento de Nueva York, Guterres expresó gran conmoción por la brutalidad del asesinato de George Floyd: todos estamos impactados y preocupados.
Según destacó, el racismo es una cuestión central en ese suceso.
‘Pero creo que tenemos que ir un poco más allá, y mirar esto desde una perspectiva ideológica, desde una perspectiva económica y social, y también desde una perspectiva de las relaciones entre la policía, los gobiernos y las personas.’
En la actualidad, la xenofobia, la supremacía blanca, el nacionalismo extremo son diferentes formas de neo-nazismo que resultan evidentes en las sociedades, subrayó.
A juicio de Guterres, también hay una dimensión social y económica en todo esto: las grandes desigualdades y la discriminación en la sociedad.
Cuando tenemos situaciones en las que no existe cohesión social, en las que la protección social no es suficiente existen diferentes formas de discriminación, hay agravios: esos agravios tienen un derecho legítimo a expresarse en las sociedades, consideró.
En medio de tal escenario, añadió, las manifestaciones son algo perfectamente normal.
Guterres exhortó a realizar de forma pacífica esas protestas y pidió a las autoridades que escuchen los agravios, y a las fuerzas de policía mostrar contención en este contexto.
Naciones Unidas, 10 de junio 2020
Crónica Digital/PL