Por Frank González
Urgidos de solidaridad regional para superar la crisis económica y social causada por la Covid-19, Italia y otros miembros de la Unión Europea (UE) tropiezan con la incapacidad de ese organismo para apoyarlos con la fuerza necesaria.
Ante la difusión del nuevo coronavirus en todos sus países, la UE adoptó medidas dirigidas a ralentizar el contagio, financiar proyectos de investigación para encontrar una vacuna y mejorar los diagnósticos y el tratamiento.
En el ámbito económico, la Comisión Europea (CE) activó la cláusula de salvaguarda general del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, con el fin de permitir a las naciones de la zona euro destinar los fondos necesarios para enfrentar la emergencia, más allá de los límites impuestos por las exigencias presupuestarias regionales.
La CE propuso también la creación de un nuevo instrumento para financiar sistemas de subsidios por paro laboral y anunció, además, la inclusión de un paquete de incentivos en una nueva propuesta del presupuesto a largo plazo 2021-2027.
El Banco Central Europeo, por su parte, anunció su disposición de elevar a 750 mil millones de euros el alcance del programa de adquisición de títulos de la deuda.
Sin embargo, esas medidas son insuficientes para movilizar los recursos necesarios en función de resistir el embate de la emergencia y, al mismo tiempo, poner en marcha la recuperación de economías severamente afectadas como las de Italia, España, Francia, Portugal, Irlanda y Grecia, entre otros.
Para esos países, la UE debe crear instrumentos basados en principios de solidaridad y responsabilidad compartida, con el argumento de que se trata de una conmoción simétrica exógena la cual, aunque nadie es responsable, afecta a todos.
La solución, en opinión de Italia, pasa por un Plan Europeo de Recuperación y Reinversión, iniciativa rechazada por otras naciones, como Alemania, Países Bajos y Austria, que se niegan a comprometer recursos propios en proyectos para beneficio de otros.
Aunque sobre el tema se debate aún, el primer ministro, Giuseppe Conte, sintetizó la postura de Italia en carta a la presidenta de la CE, Úrsula von der Leyen, a quien señaló que el asunto es definir ‘qué cosa está dispuesta a hacer Europa, no por Italia, sino por sí misma’.
Revista Orbe
Roma, 12 de abril 2020
Crónica Digital/PL