El diario apuntó que los tanques M-60 fueron enviados a la frontera como parte del plan de contingencia de Ankara para contener una nueva oleada de refugiados para el caso de que el ejército sirio lleve a cabo una operación militar contra Idlib, donde se encuentran refugiados rebeldes armados.
A pesar de que, según los militares, los blindados cuentan con sistemas de observación a corta distancia para controlar los movimientos de los migrantes y de que Turquía amplió el campamento de refugiados de Atme, ubicado en la zona, lo cierto es que el lugar elegido se halla a un centenar de kilómetros de Idlib.
Por el contrario en la frontera oriental de la provincia turca de Hatay, a escasos kilómetros de la ciudad siria, no se observaron tales movimientos pese a ser la vía más rápida de huida para los 2,5 millones de personas que según Naciones Unidas podrían tratar de huir ante el inicio de los inminentes combates, como ocurrió en la cercana ciudad de Aleppo en 2016.
Ankara, 4 de septiembre 2018
Crónica Digital /PL