En esa fecha, el TRF-4 agravó la condena dictada contra Lula por el juez federal Sergio Moro, aumentándola a 12 años y un mes de cárcel.
Los tres jueces encargados de examinar allí la apelación presentada por la defensa del ex dignatario coincidieron en desestimar íntegramente los alegatos de la misma y acompañaron el voto del relator Joao Pedro Gebran Neto.
Además, determinaron la ejecución de la sentencia una vez concluido el trámite ante esa corte de apelaciones y no hasta agotar todos los recursos en todas las instancias, como establece la Constitución.
La posibilidad de que esta última disposición pueda cumplirse, sin embargo, quedó frustrada el jueves pasado cuando, por mayoría de votos, el Supremo Tribunal Federal (STF) concedió un salvoconducto a Lula permitiéndole esperar en libertad por su decisión sobre el habeas corpus preventivo solicitado por la defensa del ex gobernante.
Según anunció la presidenta de la Corte Suprema, ministra Carmen Lúcia, el juzgamiento de mérito del reclamo no será examinado hasta el próximo 4 de abril.
La decisión del STF fue considerada por analistas como una victoria parcial de Lula, aunque la defensa del ex dignatario dijo prever una ‘operación de guerra, incluso con denuncias en los medios’ por parte de quienes buscan garantizar el encierro del ex presidente.
El ataque tendría como propósito derribar los votos (de los ministros del STF) con la esperanza de asegurar que éste sea preso y silenciado en 2018, opinó el columnista del diario digital Brasil 247 Paulo Moreira Leite.
Aun cuando sea solo una decisión provisional, el impacto benéfico del resultado en el Supremo Tribunal Federal para las garantías democráticas y la democracia brasileña es innegable, con influencia sobre el destino de buena parte del mapa político de 2018, acotó.
Moreira Leite significó además que la votación de 7-4 a favor de la admisibilidad del habeas corpus mostró ‘una postura diferenciada del STF en relación a Lula’, cuando se compara con la unanimidad exhibida tanto por el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4), como por el Superior Tribunal de Justicia.
Brasilia, 26 de marzo 2018
Crónica Digital /PL