Al llegar al momento de los abrazos que marcan la llegada del nuevo año, el balance del periodo que termina, por ,lo menos en lo que respecta al momento de la verdad electoral, es decir de la influencia en el escenario político y con un veredicto ciudadano negativo sobre lo hecho y lo que se dejó de hacer es, objetivamente, lamentable.
Pero no es el momento del desencanto y la dispersión, de la autocrítica flagelante. O lo que es bastante parecido, de los que renuncian a sus sueños, a los que buscan darse un largo respiro, irse al desierto o a las montañas, para pasar las penas, en el mejor de los casos para lamerse las heridas y animarse luego a retomar el camino.
Hay que tener claro que derrotados son los que dejan de luchar.
Sin duda habrá que hacerse los exámenes correspondientes, pero para tomar impulso, examinar las realidades, pero para actuar en ellas, escuchar las críticas de los ciudadanos, del pueblo, de los actores sociales, de los protagonistas de los cambios y constructores de la historia. Con ellos, compartiendo sus demandas y sus luchas, pensando en el destino del país y del pueblo.
La reflexión crítica es una necesidad del momento, pero para la acción.
La responsabilidad histórica es mirar el horizonte, leer la realidad, interpretar los sentimientos profundos de la gente.
Aquí cabe lo planteado por el líder comunista, Guillermo Teillier, en sus declaraciones al diario La Tercera, del 26 de diciembre, donde en palabras sencillas pero con claro y explicito sentido de pedadogía política, de realismo señala un camino para el complejo momento que vive la centroizquierda: ”nuestra tarea es difícil, no es fácil. Y yo espero que eso lo comprendamos todos. Pero el primer paso para ser una coalición confiable es, de verdad, unirse, de verdad tener una coordinación eficaz”
La propuesta comunista, y en la que coinciden muchos otros sectores y líderes está claramente delineada por Teillier: “Planteamos un proceso de unidad amplio y sin exclusiones desde la DC hasta el Frente Amplio. Yo sé que vamos encontrar resistencia en algunos sectores de la DC y seguramente también en algún sector del Frente Amplio, pero esto se trata de conversar con todos. Si no logramos hacer un esfuerzo y juntarnos para determinar los objetivos que nos unen para seguir avanzando, y no poner tanto el acento en lo que puede desunirnos, creo que no tendríamos mucho futuro en las próximas elecciones”.
Claro que no se trata de una estrategia meramente electoral. Se trata de un programa, de una estrategia y táctica, de iniciativas, de reencantamiento, de la búsqueda abnegada, cotidiana , permanente de la unidad, de construir esa perspectiva para encarar las luchas sociales by políticas del presente y sobre todo del futuro.
Y en ello, cada uno tiene su aporte.
Ponerle condiciones excluyentes y sectarias a este necesario, objetivo, patriótico intento de materializar una fuerza social y política que se oponga al proyecto de eternizarse en el poder de la derecha neoliberal y empresarial de Sebastián Piñera, aliada con el pinochetismo neofacista de José Antonio Kast y el populismo de patrón de fundo paternalista de Manuel José Ossandón, parafraseando a Talleyrand, “mas que un crimen es una estupidez”.
”El pueblo unido jamás será vencido “ es mucho más que verso melancólico , síntesis de una épica derrotada. Es una incitación para las futuras contiendas.
El periodo que se abre será sin duda complejo. Pero es también desafiante.
Por ello, va el saludo de Año Nuevo de nuestro colectivo, con el deseo de seguir encontrándonos, haciendo el análisis crítico que corresponda, buscando respuestas, pero sobre todo, de impulsar el avance hacia el cumplimiento de nuestras esperanzas comunes. Y con el compromiso de ser una plataforma para el pensamiento colectivo, de reflejar y recoger con humildad pero con compromiso la creatividad y propuestas, la acciones del pueblo.
Pero como se trata de celebrar, de darnos el abrazo, y hacer el brindis, aquí va nuestro saludo:
“2018: Seguiremos soñando.
“Seguiremos cantando, amando, imprecando, protestando, puteando por los derechos del ´pueblo, gritando por la libertad, la justicia, los derechos humanos y un futuro promisor.
“Seguiremos brindando por los ausentes, recordando porfiadamente a los que cayeron en la resistencia a la dictadura. Y honrando su sacrificio por la Patria.
“Salud, por los que han partido, que son muchos, pero que nos dejaron su recuerdo, su ejemplo, pero sobre todo una tarea inconclusa pero permanente, inclaudicable.
“Seguiremos reivindicando la dignidad de los insurgentes, la honestidad de los que combatieron, el sacrificio de sus vidas y la herencia de sus principios patrióticos y populares, como escribió José Miguel Varas, de “los tenaces”.
“Nada ni nadie será olvidado.
“Pero sobre todo seguiremos soñando por el porvenir, por la construcción de nuestras esperanzas. Seguiremos buscando respuestas y explorando caminos. Y tal vez, precisamente por ello, y a pesar de todo, construyendo futuro.
“La vida es un conjunto de propósitos ´pendientes, de caminos y encrucijadas, de esperanzas y sueños.
“Tenemos tareas, tenemos misiones, tenemos horizontes, y sobre todo tenemos por quienes luchar.
“Tenemos mucho por lo cual celebrar. Sobre todo por el amor, la amistad, la fraternidad, la camaradería y los desafíos personales y colectivos del presente y del futuro. En definitiva, por la vida.
“Un abrazo estrecho y deseos de felicidad y éxitos para 2018”.
Por Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 27 de diciembre 2017
Crónica Digital