Un cambio de giro y una señal de distención a la polémica que debió enfrentar el presidente Uribe con su homólogo venezolano, Hugo Chavez, fue calificado el anuncio de la creación de una zona desmilitarizada en territorio colombiano.
El Jefe de Estado de Colombia dijo que “Esa zona tendría la presencia de observadores internacionales y allí los presentes, para definir el intercambio humanitario, no deberían estar armados.
Uribe precisó que ese territorio “sería de unos 150 kilómetros cuadrados en una zona rural, donde no haya actualmente puestos de Policía o del Ejército” y que la propuesta de crear dicha zona le fue presentada por la Iglesia Católica, a través de una comisión de facilitación del canje humanitario.
“La Iglesia Católica y la Comisión Nacional de Conciliación nos propone (crear) una zona de encuentro. El gobierno manifiesta la disposición de aceptarla”, enfatizó Uribe al precisar que, en su criterio, ésta “debe estar preferiblemente sin población civil o con muy poca para no crear riesgos”.
Al respecto el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro manifestó su alegría tras conocer la noticia que acerca las posibilidades de un canje humanitario.
“Recibí con agrado la respuesta positiva del Presidente a nuestra solicitud. Lo demás hay que concretarlo, pero deseo que las FARC nos den este regalito de Navidad de aceptar la zona para comenzar a diseñarla de manera muy rápida y clara”.
En este contexto, diversos analistas internacionales consideraron favorable, para las negociaciones, la propuesta del Presidente Uribe, la cual se da justo en momentos cuando los presidentes de Francia, Argentina, Brasil y Venezuela intentaban fórmulas alternativas para reanudar las conversaciones en torno a la liberación de la ex candidata presidencial la franco-colombiana, Ingrid Betancourt, quien apareciera hace algunos días con visibles rastros de dolor en fotografías proporcionadas por las FARC como prueba de vida.
Cabe recordar que estas pruebas fueron posibles gracias a las gestiones realizadas por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez pero fueron luego interrumpidas por Álvaro Uribe.
Los otros anuncios.
El Jefe de Estado colombiano anunció también que su gobierno destinó un fondo de 100 millones de dólares para pagar recompensas a guerrilleros que decidan entregar a secuestrados en su poder y de esta forma comenzar el proceso de desmovilización del Ejército Guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El gobierno de Bogotá anunció que buscará una negociación directa con las FARC de la mano de Francia, para negociar un canje de 45 rehenes por 500 rebeldes presos.
Entre los 45 rehenes que las FARC proponen canjear se encuentra la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt -quien también tiene nacionalidad francesa-, tres estadounidenses, y decenas de políticos, militares y policías colombianos.
Bogotá, 7 de diciembre de 2007.
Crónica Digital
, 0, 41, 11