El presidente de Colombia, Gustavo Petro, llamó este jueves a consultas al embajador de su país en EEUU, Daniel García-Peña, luego de que Washington hiciera lo propio con su encargado de negocios en Bogotá, John McNamara, tras la filtración de presuntos planes golpistas del excanciller Álvaro Leyva (2022-2024).
«Todas mi cartas y comunicaciones al presidente Trump, las he escrito personalmente y éste comunicado igualmente, lo hago desde mi pensamiento y mis manos: Corresponsablemente a la llamada a consultas del señor McNamara, encargado de la embajada de EEUU en Colombia, llamo a consultas a nuestro embajador Daniel García-Peña en los EEUU. Daniel debe venir a informarnos del desarrollo de la agenda bilateral a la que me comprometí desde el inicio de mi gobierno», anunció el presidente en su cuenta de X.
Según explicó Petro, la llamada a consultas busca revisar siete puntos centrales que su gobierno ha promovido desde el inicio de su mandato, empezando por la «descarbonización de la economía y transición energética», así como la interconexión eléctrica entre América del Sur, Panamá y América del Norte para aprovechar el potencial de energías limpias.
El segundo eje señalado por Petro es la «revitalización de la selva Amazónica, y la selva del Chocó biogeográfico» para absorber dióxido de carbono y contribuir a la lucha contra la crisis climática global.
El mandatario agregó que la lucha contra el narcotráfico y las finanzas criminales es otro punto prioritario, enfatizando la amenaza de la llamada «Junta del Narcotráfico», una suerte de confederación de mafias con sede en Dubái, que articula redes criminales de Europa, México, Colombia y el Cono Sur.
Petro también destacó la necesidad de establecer un tratado migratorio que respete el derecho de EEUU a decidir sobre la entrada de visitantes, pero «sobre la base de la dignidad humana».
En su mensaje, el presidente incluyó como meta la colaboración de EEUU en una reforma del sistema financiero mundial para facilitar el canje de deuda por acción climática, por montos que podrían llegar a 25 trillones de dólares.
Además, insistió en que ambas naciones deben «juntar esfuerzos en la construcción de la paz regional», buscando salidas políticas para los conflictos en Venezuela, Cuba y Haití, así como una mayor integración en el Gran Caribe.
Petro añadió que su gobierno aspira a unir posiciones con Washington para impulsar soluciones en crisis internacionales como la guerra en Ucrania y el conflicto palestino-israelí, abogando por «dos estados y dos naciones libres y en paz».
En este contexto, el secretario norteamericano de Estado (canciller), Marco Rubio, insistió en que Colombia «sigue siendo un socio estratégico esencial para EEUU», a pesar de las tensiones.
No obstante, la vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce, afirmó que Washington evalúa nuevas medidas para manifestar su «profunda preocupación» por el estado actual de la relación bilateral.
La controversia surge en medio del escándalo por los audios del excanciller Leyva, quien, según revelaciones del diario El País de España, habría buscado apoyo de congresistas republicanos en EEUU para presionar la salida de Petro.
La Casa Blanca calificó de «inaceptables» algunas declaraciones del Gobierno colombiano, intensificando un pulso diplomático que pone a prueba la histórica alianza entre Bogotá y Washington.
Bogotá, 3 de julio 2025
Crónica Digital/Sputnik