El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, justificó el ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares de Irán, con lo cual se unió a la campaña de Israel contra la República Islámica.
En un breve mensaje a la nación en horario de máxima audiencia, Trump, escoltado por el Vicepresidente JD Vance, y sus Secretarios de Estado, Marco Rubio, y Defensa, Pete Hegseth, calificó los ataques de este sábado como un “éxito militar espectacular”.
“Nuestro objetivo era destruir la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán y detener la amenaza nuclear que representa el principal patrocinador del terrorismo a nivel mundial”, declaró Trump.
Agregó: “Esta noche, puedo informar al mundo que los ataques fueron un éxito militar espectacular”, al referirse a los bombardeos a las instalaciones de Fordow, Natanz e Isfahán.
Previo a su comparecencia, Washington, en su plataforma Truth Social, Trump informó: “Hemos completado con éxito nuestro ataque a las tres instalaciones nucleares de Irán, incluyendo Fordow, Natanz e Isfahán”. Escribió que “todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní” y que “se lanzó una carga completa de bombas sobre la instalación principal, Fordow”.
“Todos los aviones regresan sanos y salvos a casa. Felicitaciones a nuestros grandes guerreros estadounidenses. Ningún otro ejército en el mundo podría haber hecho esto. ¡AHORA ES LA HORA DE LA PAZ! Gracias por su atención a este asunto”, dijo Trump.
El Presidente estadounidense subió el tono de su retórica contra Irán esta semana, en especial contra el líder supremo, ayatola Ali Jamenei, de quien expresó que era “un blanco fácil”, que sabía dónde estaba su búnker, pero que no pensaba eliminarlo “por ahora”.
Trump insiste en que no puede permitir que Irán desarrolle un arma nuclear y se atribuye el derecho a exigir que Teherán no podrá enriquecer uranio como parte de ningún acuerdo. Además, contradijo las propias conclusiones de su comunidad de inteligencia cuando afirmó que Irán podría contar “en pocas semanas” con un arma nuclear.
La acción estadounidense contra Irán se produjo apenas dos días después de que la Casa Blanca ejecutiva diera a conocer, y el propio Trump, que decidiría si intervenía en el conflicto “en las próximas dos semanas” para dejar un margen a la negociación.
El pasado 13 de junio, sin previa declaración de guerra, Israel inició sus ataques contra Irán en instalaciones nucleares, y como resultado asesinó a altos jefes militares y científicos de ese país. Desde entonces las hostilidades y el intercambio de fuego escalaron luego de la respuesta de Irán.
Con la entrada en su segunda semana, el conflicto Israel–Irán amenaza con extenderse a una guerra de inimaginables consecuencias, en una volátil región en la que está en curso el genocidio del propio régimen sionista israelí contra Gaza.
Algunos de los más fieles respaldos de Trump, como la representante Marjorie Taylor Greene (republicana por Georgia), y su exestratega Steve Bannon, habían alertado que una participación de Estados Unidos en un conflicto extranjero no se alinearía con la plataforma de Trump “América Primero”.
Trump había prometido mantener a Estados Unidos fuera de costosas guerras.
La actual postura del inquilino de la Casa Blanca hizo recordar hace 22 años cuando otro Presidente republicano anunció la invasión a un Iraq, George W. Bush, que supuestamente tenía armas de destrucción masiva, que al final nunca aparecieron. Era una falsedad.
Con información de la Agencia Latinoamericana Prensa Latina.
Washington,22 de junio de 2025.
Crónica Digital.