Por Vanessa Aguad Manríquez.
Su ética es la del capitalismo, promueven producción y crecimiento a costa de la explotación y muchas veces de la falta de dignidad en el trabajo. Se oponen a la jornada de 40 horas, a la libertad sindical, al reparto de utilidades.
Su ética es la del capitalismo, en relación a los DDHH, motivan la libertad individual, la protección de la familia y la innovación, pero generan desigualdad y mercantilización de nuestros derechos sociales. Se subyugan al «hegemón» sionista que financia guerras y avala genocidios para proteger sus intereses creados, aumentando así su capital y esclavizando a los pueblos. Violan los DDHH, destrozan los ecosistemas y avalan la impunidad de crímenes de lesa humanidad.
Su ética es la del capitalismo, maximizan la homogeneización y uniformidad, frente a la diversidad y la interculturalidad, y si las mencionan, lo hacen como estrategia de marketing, sin preocuparse de la esencia de sus reivindicaciones y sus derechos. Están en contra de la plurinacionalidad, de la inclusión de derechos de las minorías activas, en contra del feminismo y del aborto.
Su ética es la del capitalismo, que con sus medios de comunicación y de justicia, los usan como táctica, para proteger su ideología dominante, adormeciendo el sentido común de las mayorías, atrapándolas en el conformismo y acostumbrándolos/as a la explotación. Sus medios de comunicación son tanques del pensamiento, que con sus guerras jurídicas se concentran en matar la legitimidad de sus oponentes..Arman montajes, hacen persecución, logran apresarlos/as e incluso los/as hacen desaparecer…
Y lo peor es que interpelan constantemente la corrupción , la delincuencia y a la falta de ética en la sociedad ..
Me fastidia su ética…

Por Vanessa Aguad Manríquez.
Diplomados de especialización en Salud Comunitaria, Docencia, Diversidad y Políticas Públicas.
Santiago de Chile, 13 de junio 2025
Crónica Digital