
La Agrupación de Familiares y Amigos de las Víctimas de Antuco recuerda hoy a los 44 reclutas y un sargento segundo del ejército de Chile, fallecidos hace 20 años durante un riguroso ejercicio militar.
Los hechos ocurrieron el 18 de mayo de 2005 y están catalogados como una de las peores tragedias de las fuerzas armadas del país en tiempos de paz.
Ese día un grupo de jóvenes que prestaban el servicio militar, en ese tiempo de carácter obligatorio, fueron forzados por el mayor Patricio Cereceda a realizar una marcha en las cercanías del volcán Antuco, en la región del Biobío.
Los jóvenes debieron enfrentar el ejercicio sin la vestimenta adecuada para las temperaturas de menos 25 grados centígrados y bajo una ventisca que no permitía la visión.
En total 44 de ellos y un sargento encargado de la cocina perecieron ante las inclemencias del tiempo y 77 sobrevivieron, varios con graves daños psicológicos.
La justicia militar se hizo cargo del caso y el mayor Cereceda, quien no participó en la marcha, fue condenado a cinco años de prisión por cuasidelito de homicidio, pero sólo cumplió tres de ellos, pues en 2011 salió con libertad vigilada. Varios años después el mismo Ejército lo contrató para que impartiera conferencias en diversos cuarteles.
En ocasión de la efeméride luctuosa, María Angélica Monares, presidenta de la Agrupación de Familiares y Amigos de las Víctimas de Antuco, aseguró que la vida de todos ellos cambió después del día de la tragedia.
“Trabajamos en que no se olvide lo que ocurrió, trabajamos en que los hechos de conmemoración tengan un margen de respeto”, dijo en declaraciones a Diario y Radio Universidad de Chile.
Agregó Monares que quienes vivieron el episodio de Antuco no comprenden cómo el Ejército contrató precisamente a la persona que causó la tragedia.
Santiago de Chile, 18 de mayo 2025
Crónica Digital/PL