El Banco Central de Chile publicó su Informe de Política Monetaria (IPoM), correspondiente a marzo, donde indica que las turbulencias económicas externas tendrán efectos acotados en el país, pero llamó a estar atentos.
El instituto emisor recordó que el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 2,6 por ciento el año pasado gracias a las exportaciones en el agro, la evolución positiva de la industria alimentaria y el alza del turismo extranjero.
La institución proyectó que el PIB para este año será de entre 1,75 a 2,75 puntos porcentuales y para 2026 y 2027 lo mantuvo en el rango de 1,5 a 2,5 por ciento.
Además, el consumo privado y la formación bruta de capital fijo, compuesta por la compra de maquinarias, vehículos pesados y herramientas, se recuperaron gradualmente a finales de 2024.
Por otra parte, el mercado laboral muestra un alza marginal de empleos y los salarios crecieron por encima de su promedio en la última década.
Existen perspectivas de incremento de la inversión en grandes proyectos a corto plazo, en particular en los sectores no mineros, aseguró el IpoM.
Respecto a la inflación, comenzará a descender en la segunda mitad de este año y a comienzos del próximo, pero sólo llegará a los tres puntos porcentuales a inicios de 2026.
En este panorama, “el deterioro del escenario externo tendrá efectos acotados en la actividad local, más centrados en el mediano plazo”, precisó el Banco Central.
Añadió que el crecimiento esperado de los socios comerciales de Chile se reduce, sobre todo para 2026, con el mayor efecto en Estados Unidos, lo cual impactará en el volumen de las exportaciones previstas hacia ese mercado.
El informe precisa que persisten escenarios de riesgo que, de concretarse, podrían causar problemas considerablemente mayores, por lo que recomienda seguir con atención los acontecimientos.
Santiago de Chile, 25 de marzo 2025
Crónica Digital/PL