Crítica de Teatro
Por Miguel Alvarado Natali
“Vivir Juntas” es una obra de la compañía chileno-mexicana, MalaMadre, escrita y dirigida por Carla Romero, y nos presenta el valor de la amistad y el coraje de tres presidiarias que comparten la misma celda. Se está se está presentando en el Espacio Patricio Bunster en Centro Cultural M100 hasta el 30 de Marzo.
En plena pandemia de Covid19 y todavía en el aire lo que fue el estadillo social. En la cárcel de mujeres dos reclusas: Ximena (Marcela Millie), ex guerrillera del FPMR, y Piola (Paula Luchsinger), activista; se comprometen con el cuidado de su compañera con cáncer, Kelly (Verónica Medel), condenada a 12 años por narcotráfico. Aquí nace un vinculo que pasa por momentos sociales, políticos e históricos que cada una vivió de manera distinta, sin embargo, a través del mismo encierro se dan cuenta que también comparten muchas cosas, que las hacen unirse en la precariedad y adversidad del recinto carcelario.
Si bien la escenografía es realista, se va transformando en distintos usos en el paso de las escenas. El muro que tapa las rejas de una cárcel, no está empapelado, sino acolchonado. Son una centena de colchones al fondo del escenario, que al principio parecieran de mal gusto, y luego tienen todo el significado de una celda implícita en ellos. Y es este elemento que va jugando con el tiempo de cada presidiaria, que de pronto es un destiempo, donde lo único real es la falta de libertad. Las luces y el trabajo sonoro nos encaminan a una experiencia cargada de simbolismos históricos y donde finalmente el pasado es lo único que las libera.
Es una puesta en escena lúdica, donde las protagonistas van bordeando la poesía, la ficción y la realidad. Hay una clara protesta contra el sistema que ha ejercido no solo violencia contra las mujeres, si no que además una constante persecución política. Sin embargo, estas presidiarias todavía tienen la esperanza viva y logran encontrar en esta privación de libertad un tanto de compañerismo y ternura.
El juego con los libros en sus cabezas que hacen las actrices – que ocupan muy bien el espacio escénico- aluden a lo que iba a venir, tenía que suceder y no pasó; cambiar la Constitución. La obra además se remonta al retorno de la democracia, al asesinato del Senador Guzmán y sus dichos por la pena de muerte y lo que fue mantenerse segura como mujer y con “Chapa” en dictadura. Con actuaciones correctas, los personajes van hilando una especie de collage de los últimos cuarenta años de un Chile desigual, injusto y a veces violento.
Es una presentación de buen ritmo, pero con una narrativa rápida, pero al no ser lineal, se pierde un poco la historia. Hay un elemento que recorre toda la presentación que es esa lucha contra la adversidad y la proclama de los miembros de la resistencia: “el clítoris, ha sido objeto de una profunda represión en manos del patriarcado”. Nos deja esa reflexión que el prejuicio desaparece en prisión y es ahí donde nace el desahogo del encierro y la amistad hasta la muerte.
FICHA ARTÍSTICA
Dramaturgia y dirección: Carla Romero M.
Elenco: Paula Luchsinger, Verónica Medel y Marcela Millie
Diseño integral: Laurene Lemaitre
Diseño sonoro: Guillermo Eisner
Producción: Nicole Venegas
Producción en terreno: Natalia Maldonado
Técnica en sonido: Matías Espinoza
RRSS: Catalina Córdova
Prensa: Claudia Palominos Elgueda