Por Marcel Garcés Muñoz
La aparición este martes 4 de marzo de Carolina Tohá como “presidenciable”, en el campo del progresismo, no solo es una buena noticia, de una esperanza o de una perspectiva a construir, en un escenario político que se presentaba complejo, con una izquierda confusa, fragmentada, carente de una estrategia unificadora y de una táctica que ha estado privilegiando intereses sectarios, cálculos electoralistas inmediatos o personalismos y ambiciones de corto plazo.
El escenario del Palacio de La Moneda, el abrazo colectivo de los más altos funcionarios del la Presidencia representaron una voluntad, no solo de carácter simbólico y emocional, de las fuerzas políticas representadas en la Administración de Gabriel Boric, sino de la voluntad de dar continuidad, perspectiva, a un proyecto de gobierno al país, pero sobre todo, de perspectiva de progreso, de una democracia fundada en la voluntad popular, la soberanía nacional, el progreso social, la defensa de los derechos humano, y la participación ciudadana colectiva en la construcción del futuro del país.
El Presidente de la República, Gabriel Boric, al anunciar la esperada renuncia al Gabinete Ministerial, de la hasta ese momento Ministra del Interior, y varias veces Vicepresidenta de la República, Carolina Tohá , y al desearle “Fuerza y Suerte” en su nueva etapa y desafíos, en que , enfatizó, “no estarás sola” y la instó a “darle continuidad a esta alianza y ampliarla”.
Minutos más tarde, la ciudadana Carolina Tohá, en sus primeras definiciones como candidata presidencial, ´fue explícita:“Quiero ofrecer algo muy simple al país. Creer en Chile. Yo creo en Chile y creo que debemos todos a creer en Chile, todos y todas, a recuperar la confianza en los demás, ,la confianza en nuestras instituciones. Creer en Chile significa muchas cosas, pero antes que nada significa potenciar el diálogo”.
Además, Tohá, apuntó que, ”En los procesos electorales de los últimos años hemos visto tantos cambios, yo voy a aspirar ser parte de esos cambios y lograr un apoyo, una adhesión a esta propuesta que vamos a poner en juego”.
Ahora se inicia un camino político, no excento de dificultades o quizás tropiezos, en que más allá de las primarias, campañas del terror, los ataques miserables ya iniciados a a un día de la proclamación de su postulación, incluso del ”fuego amigo”, de una especie de francoitador que equivoca no solo de enemigo, sino que de trinchera.
Viene una etapa práctica de un proceso de elaboración del Programa, de marcar los rumbos y enfilar a objetivos que reflejen las aspiraciones, sueños de la ciudadanía, la que deber ser actor protagónico en su discusión, redacción, llevada a una toma de razón del pueblo, de la calle, de las organizaciones sociales, de los jóvenes, de las mujeres, de los pueblos originarios, en ambiente de creatividad colectiva y apropiación de sus metas.
Hay una cierta confianza, o esperanza objetiva, en que el gesto noble de la e3x presidente, Michelle Bachelet, de abrir el camino a Carolina Tohá, podría ser correspondido por otros incumbentes del sector
Porque uno de los riesgos es que en medio de la demanda – aparentemente “moderna” de “primarias”- se parapeten los pontificadores del “camino propio”, los que calculen erróneamente sacar ganancias parlamentarias del fraccionamiento del progresismo, chantajear con un escaño parlamentario, y objetivamente pretendan torpedear, hacer fracasar el proyecto democrático estratégico, haciendo el trabajo sucio de la violencia y la generación de un estado de inestabilidad al servicio de la Derecha de siempre, que no encubre sus propósitos sediciosos y neofascistas.
Hoy más que nunca ante la izquierda y el progresismo se alzan las permanentes definiciones programáticas.los compromisos responsables de la unidad, de respeto a los acuerdos y los objetivos, y la concordancia entre los discursos y conductas, la fraternidad entre sus partidos y lideres, la claridad de propósitos.
El desafío para las fuerzas democráticas, es hoy, más nunca, la obligación patriótica de la unidad, de la responsabilidad cívica por el futuro de la Patria, evitando cualquier pretensión de exclusión, prejuicio o mesianismo.
Es lo que la ciudadanía, el pueblo, la calle, la historia demanda de sus líderes.
Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 6 de marzo 2025
Crónica Digital