La literatura china es el centro de la 45 Feria Internacional del Libro de Santiago, la de más larga data de Chile y de las más relevantes en Latinoamérica.
La República Popular China es la invitada de honor de la 45 Feria Internacional del Libro de Santiago, FILSA. Más de 40 expositores, editoriales y grupos de publicaciones de China están presentes en un nutrido pabellón que contiene tanto libros de autores latinoamericanos traducidos al chino, como de obras chinas traducidas al inglés y español.
Muestra de la cultura china, la delegación de ese país expone en esta feria libros de arquitectura, filosofía, pensamiento político, literatura y arte en distintos formatos. La gran mayoría de ellos solo podrán ser vistos por el público chileno, por ahora, en la Estación Mapocho, centenaria estación de trenes que hoy es monumento nacional.
Filsa, la Feria de la Cámara Chilena del Libro, es espacio de encuentro y también de diferencias. Así, hay editoriales que han optado por restarse y generar otras ferias en el que se dé espacio a nuevas iniciativas literarias, con precios más asequibles, en uno de los pocos países que mantiene el impuesto a la compra de libros, que hoy es un 19% sobre el valor. A pesar de las diferencias, hay quienes no dejan de asistir.
Editoriales universitarias, internacionales y de pequeño tiraje se mezclan aquí con la gran industria. Hay para casi todos los gustos. China es la estrella.
La tradición de relaciones diplomáticas entre China y Chile también fue parte de esta feria. Chile fue el primer país sudamericano en establecer relaciones diplomáticas con china y el artista chileno José Venturelli fue muy importante en profundizar esas relaciones”.
La exposición de pintura china “Breve carta, larga amistad” homenajea al artista chileno, mientas el público recorre el pabellón del país invitado de honor para encontrarse con la milenaria cultura de una China que se abre al mundo.
Por Beatriz Michell
Santiago de Chile, 16 de noviembre 2024
Crónica Digital/HispanTV