Por Marcel Garcés Muñoz
Este sábado 26 y domingo 27 de octubre (2024, la ciudadanía chilena vivirá una batalla político electoral crucial, en su camino hacia un futuro de progreso y justicia social, de defensa de la institucionalidad democrática, amenazada por por el ánimo revanchista que mueve a un sector retardatario de la Derecha , a las “nuevas” “marcas” de facciones neofacistas, y una ultraizquierda irresponsable y un empresariado que clama por que les dejen las manos libres para imponer su modelo neoliberal, represivo, de violación de los derechos humanos y sociales.
La confrontación es inocultable, y se evidencia en los mensajes de odio, de incitación a la violencia y de franco terrorismo, de guerra sicológica, que alimenta el discurso de la Derecha y sus diversas expresiones- UDI, Evopoli, RN, Republicanos, una más virulenta que otra.
A ellos se suman facciones de lo que insisten en denominarse con fines de disfraz ideológico y populismo electoral, destinado a confundir y manipular los sentimientos del electorado, como “centro derecha”, o que buscan dividir, a las fuerzas de izquierda y patriótica, progresista, que busca defender la institucionalidad democrática, un sistema económico y social, y avanzar a una sociedad más humana y más justa.
El llamado de la historia es a participar. Ya lo hemos dicho, la disyuntiva es crucial.
Es necesario detener al odio al protagonismo social y político de la ciudadanía, del pueblo, garantizando la soberanía popular, conjurar el ánimo de venganza, que brota del discurso amenazante de los cabecillas de la derecha neofacista, como Kast, Cubillos, Sichell o Desbordes y los candidatos que proclaman en sus arengas la búsqueda de la revanchismo.
La señora Marcela Cubillos, cuyo pinochetismo militante viene desde sus tiempos juveniles cuando participaba en las manifestaciones de apoyo al dictador Augusto Pinochet actuando cómo agitadora y cómplice de sus fechorías, hoy (“La Tercera Domingo, del 20 de octubre 2024) plantea como su ideario y consigna, con todas sus connotaciones y consecuencias, que “Sacar a la izquierda es un desafío a esta altura ético, un desafío patriótico”, proyectando la lucha electoral de hoy al futuro próximo,: “reemplazar a quién está en La Moneda” enfatizando “ Chile necesita no sólo un cambio de timonel y de tripulación, sino que un cambio de rumbo”.
La candidata a Alcaldesa ve al Municipio de Las Condes, que presume ”hablar fuerte” y “ser dura” – en competencia con la presidencial derechista, Evelyn Matthei, seguramente” ve el proceso electoral municipal en Las Condes, como la antesala de un desafío mayor. Lo ve como una trinchera de la reconquista del poder y proclama que “Chile necesita no solo un cambio de timonel, sino que un cambio de rumbo”, porque lo que “los chilenos demandan es un cambio de rumbo más que un mero cambio de persona”.
El mensaje siguiente es obvio y francamente insurreccional. Cubillos, la entusiasta agitadora pinochetista de antaño proclama su programa político inmediato:”Me parece que es esencial. No puedes hacer acuerdos con un gobierno que va hacia un rumbo completamente distinto al que tú quieres llevar al país. Que haya claridad en lo que queremos (…) el próximo año tenemos que reemplazar a quién está en La Moneda”.
Para Cubillos y quienes están detrás de su proyecto- este si es refundacionista y amenazante– el post 26-27 de octubre, sería no tanto ejercer la Alcaldía en beneficio de los habitantes de la comuna sino que declara con altivez, que está dispuesta a “jugar duro”, y en consecuencia, convertirlo en un bastión subversivo, una trinchera insurgente y conspirador de una revancha contra la democracia, y la soberanía popular.
Por lo mismo su eventual poder municipal, y las posiciones políticas que alcance la Derecha, constituyen nna amenaza contra la institucionalidad
Todo este planteamiento subversivo se coordina y complementa con el alineamiento de los gremios atrincherados en la Confederación de la Producción y el Comercio, y eleva a su liderazgo en noviembre-diciembre a la ingeniera Comercial(Universidad Católica)y actual Vicepresidenta del ente, Susana Jiménez Schuster, ex ministra de Energía, de Sebastián Piñera, integrante de las directivas de Soprole, Nuera Pudahuel e Invexans, del Gruopo Luksic y entusiasya pinochetista, que caracteriza a la dictadura como un “régimen militar”.
Y en ello radica la amenaza. Y la necesidad de una respuesta popular y democrática al proceso electoral, y tener una actitud responsable en el escenario post electoral.
Por ahora y en la perspectiva inmediata, lo que está en juego, es sin duda, el destino de la institucionalidad democrática, el respeto y la defensa de la soberanía nacional en su más pleno sentido y proyección patriótica, el cumplimiento de las demandas y la voluntad colectiva del pueblo.
En la agenda político y social, figuran demandas permanentes y no resueltas como, educación de calidad, pensiones dignas, y temas centrales como la seguridad pública y al derecho al trabajo, salarios justos, salud, un sistema previsional con pensiones dignas, el derecho a la vivienda, la condena de la corrupción de las cúpulas empresariales y políticas, la seguridad, la justicia, as como el protagonismo y la participación en el ejercicio de sus derechos y el protagonismo social.
Pero en estos momentos de la historia, es un programa mínimo es un derecho, y un deber del progresismo, por cual que vale la pena votar en este proceso electoral inmediato.
O más bien, por el cual luchar, en la perspectiva de las próximas batallas por el porvenir.
Por Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 25 de octubre 2025
Crónica Digital