Por Anastasia Golyakova
Bajo el lema «Fortalecimiento del multilateralismo para un desarrollo y una seguridad globales equitativos» comenzó el año de la presidencia de Rusia en los BRICS. El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó la importancia de este año para la política mundial.
La ironía es que la idea de dar más peso a los países en desarrollo en las organizaciones internacionales vino de Occidente. Hace veinte años, Jim O’Neill de Goldman Sachs propuso el acrónimo «BRIC» para referirse a los gigantes económicos: Brasil, Rusia, India y China. Predijo su enorme influencia en el mundo y pidió una redistribución de la escena política mundial a su favor.
La reunión ministerial de Brasil, India y China en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006 fue un primer paso hacia una cooperación más estrecha.
En 2009 se celebró en Ekaterimburgo la primera Cumbre de los BRIC, a la que asistieron los jefes de Brasil, Rusia, India y China. Esta Cumbre fue el reconocimiento oficial de la nueva alianza. Sus objetivos incluían la reforma de las instituciones económicas internacionales y la ONU.
Un evento significativo fue la adhesión de Sudáfrica en 2010, que transformó el BRIC a BRICS. Ese mismo año, los países BRICS tomaron con éxito la iniciativa de reformar el Fondo Monetario internacional (FMI).
El siguiente paso fue la creación de una Institución que promoviera el crecimiento económico mutuo sin la participación del FMI y el Banco Mundial. Esta idea llevó a la creación de un Nuevo Banco de Desarrollo y un fondo de reserva de 100 mil millones de dólares destinado a proteger las economías de los países participantes.
La iniciativa BRICS también atrae la atención de otros países, muchos de los cuales han solicitado la adhesión. En la Cumbre de Johannesburgo en 2023, seis países recibieron invitaciones oficiales para unirse al grupo: Irán, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía y Argentina. Esta última posteriormente se negó a entrar.
La presidencia de Rusia en 2024 abre una nueva era. Se planea fortalecer el papel de los BRICS en el sistema monetario mundial y ampliar la cooperación interbancaria, así como prestar mucha atención al desarrollo de nuevos corredores de transporte.
Los países BRICS, con una diversidad de sus virtudes y riquezas, prefieren mantener la libertad para determinar sus políticas. Las disputas territoriales no interfieren con el diálogo constructivo, la influencia de los BRICS continúa creciendo, despertando el interés de todo el mundo.
Por lo tanto, los BRICS han recorrido un círculo completo: desde el llamado a la reforma hasta la influencia global. Las preguntas sobre el futuro: si el grupo se repondrá con nuevos países y si su estructura cambiará, siguen abiertas. Lo que importa es que la influencia de los BRICS sigue creciendo, y esto subraya el importante papel de la asociación en el mundo moderno.
Moscú, 1 de julio 2024
Crónica Digital/tvbrics.com
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