En ocasión de conmemorarse en Chile el Día Nacional de los Pueblos Originarios, surgen críticas del sector académico por la ausencia de un cambio efectivo del Estado en sus relaciones con las comunidades indígenas.
El licenciado en historia con mención en Estudios Culturales de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Claudio Alvarado, mencionó la existencia de algunos gestos del actual Gobierno, entre ellos la creación de una Comisión de Paz y Entendimiento.
Dicha instancia, junto con el plan Buen Vivir, podrían dar resultados, dijo el estudioso, pero son insuficientes para la incorporación plena de estos pueblos al conjunto de la nación.
Por ejemplo, Alvarado mencionó la ausencia de cualquier tipo de reconocimiento en la Constitución del país a la existencia y el papel de las culturas ancestrales dentro de la sociedad chilena.
Mucho menos, agregó, un tratamiento en torno a la participación por medio de escaños reservados en el Congreso Nacional, como tampoco una reflexión acerca de un posible Ministerio Indígena.
El historiador se refirió a la queja de las diputadas Emilia Nuyado y Ericka Ñanco, porque en la reciente cuenta pública del presidente Gabriel Boric, realizada el 1 de junio, durante dos horas y 45 minutos apenas pronunció unas pocas frases en torno a estos temas.
“No hay un intento por reflexionar qué significa que los pueblos indígenas configuren la institucionalidad común, la comunidad política colectiva”, dijo en declaraciones a Radio Universidad de Chile.
Otro tema muy sensible es la aplicación por un tiempo muy prolongado del estado de excepción, como respuesta a los hechos de violencia en la Araucanía.
A pesar de la promesa de Boric de levantar esta medida, aplicada por el expresidente Sebastián Piñera, al nada más llegar al Palacio de La Moneda, esto no ocurrió así.
Alvarado precisó que hace décadas el pueblo mapuche está diciendo que es imposible solucionar la relación entre el Estado y esa comunidad desde la ley del garrote y es necesario buscar salidas políticas profundas.
Según el especialista, mantener un estado de excepción que implica el control militar casi completo en esa zona hasta el final del gobierno, sería un gesto lamentable para las fuerzas progresistas y de izquierda de Chile.
Santiago de Chile, 22 de junio 2024
Crónica Digital/PL