El Senado de Brasil agendó para hoy una sesión de debates para discutir el proceso de aborto legal en Brasil, donde la Cámara de Diputados aprobó votar un proyecto que lo equipara a crimen de homicidio.
La solicitud para la discusión afloró un día después que el presidente de la Cámara baja, Arthur Lira, anunciara el tema en la agenda del pleno.
Tal pedido de debate fue votado, de forma simbólica, el mismo día que llegó al Senado. La demanda fue hecha por el parlamentario Eduardo Girão, declarado en contra del aborto y que en abril de 2023 fue conocido por intentar entregar una réplica de feto al ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida, durante una audiencia pública.
También el reclamo fue firmado por líderes del Senado vinculados a la base del Gobierno.
De acuerdo con el reglamento interno del Senado, las sesiones temáticas de debate tienen como fundamento «tratar de tema relevante de interés nacional».
La demanda se hizo para discutir el procedimiento médico conocido como asistolia fetal, que se realiza en casos de aborto gestacional por encima de 22 semanas.
Sin embargo, conforme el sistema del Senado, Girão invitó solo a especialistas y asociaciones contrarias al aborto.
El legislador basó la solicitud en la resolución del Consejo Federal de Medicina (CFM), aprobada en abril, que prohíbe el procedimiento incluso en casos previstos por ley, como por ejemplo la gestación tras violación.
Anteriormente, en mayo, el ministro del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes suspendió la resolución.
En su fallo, el magistrado consideró que hay indicios de que la edición de la medida fue más allá de los límites de la legislación.
La asistolia fetal consiste en una inyección de productos que induce al paro del latido del corazón del feto antes de ser retirado del útero de la mujer.
El procedimiento es recomendado por la Organización Mundial de la Salud para casos de aborto legal de más de 22 semanas.
Si el procedimiento se realiza antes de esa cantidad de semanas, el Ministerio de Salud orienta que el profesional ofrezca a la mujer la opción de elección de la técnica a emplear: el aborto farmacológico (inducido por medicamentos), procedimientos de aspiración (como la manual intrauterina) o dilatación seguida de legrado.
La resolución del CFM, sin embargo, va contra lo que dice la ley brasileña, que no prevé un plazo máximo para interrumpir el embarazo de forma legal.
El aborto es un delito en Brasil, pero hay tres situaciones en las que está permitido. Son los casos de interrupción legal: anencefalia fetal, es decir, mala formación del cerebro del feto, embarazo que pone en peligro la vida de la mujer encinta y el que resulta de violación.
Brasilia, 17 de junio 2024
Crónica Digital/PL