El gobierno del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, es un “títere” de EEUU en América Latina que le sirve a Washington para implementar acciones de injerencia en la región, afirmó Carlos Manuel López Alvarado, maestro en Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM.
Por Ricardo Pérez
Corresponsal en México
«Hay justamente unainjerencia brutalen América Latina; una injerencia total a través de dos polos: Ecuador y Argentina», dijo el académico en entrevista con Sputnik al hablar sobre la irrupción del viernes 5 de abril de la policía ecuatoriana en la embajada mexicana en Quito en donde detuvo al expresidente Jorge Glas en un hecho que, según el internacionalista, no se había visto desde que firmaron la Convención de Viena de 1961.
Para López Alvarado, se trató de una violación completa al derecho internacional «en toda su extensión» que no se había visto ni siquiera en el sitio a la embajada de Estados Unidos en Teheránen 1979 en el estallido de la revolución islámica del Ayatola Ruhollah Jomeini que acabó con el régimen de Sha Mohammed Reza Pahlevi.
«En esta ocasión fue el Estado (de Ecuador) el que comete la violación, la invasión a un territorio diplomático que todos tenemos que saber que es extraterritorial; no quiere decir esto que sea nuestro país, pero sí es una extensión en condiciones jurídicas de nuestro Estado», explicó López Alvarado.
Para el especialista en América Latina, es posible que las reacciones a la irrupción en la misión diplomática mexicana se queden en meras condenas, pero lo deseable es que se impusieran sancionesal gobierno de Daniel Noboa por la violación flagrante al derecho internacional.
«Habrá condenas y pocos se traducirán a sanciones no de índole militar, sino colectivas, sanciones justamente multilaterales que podrían venir en la disminución de las relaciones diplomáticas con los estados y, por supuesto, a través de la Corte (Internacional de Justicia) pues cuando menos que se le imponga al gobierno ecuatoriano que presente disculpasal gobierno mexicano por esta situación», dijo el experto de la UNAM.
López Alvarado explicó que la comunidad internacional tiene que trabajar colectivamente y primero sacar postulados en los cuales se condene esa agresión y, segundo, empezar en caminar a través de la imposición de castigos colectivas de índole simbólico.
«Ningún mecanismo regional tiene sanciones de manera coercitiva, pero si hay sanciones simbólicas que tendría que ser cuando menos la disminución de las relaciones diplomáticas o empezar a bloquearlos acuerdos políticos regionales que pudiese tener Ecuador», dijo el académico universitario.
Una posibilidad, agregó López Alvarado, es la expulsión de Ecuador de mecanismos multilateralescomo la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) o la Organización de Estados Americanos (OEA).
Sin embargo, al menos en el caso de la OEA, planteó el especialista, Estados Unidos se opondrá. «Hay que recordar que el papel de Washington en esta crisis es respaldar al gobierno de Noboa y que, por supuesto, cualquier intento de expulsión de Ecuador de la OEA pues va a ser evitado por el Gobierno estadounidense […]», dijo.
«En términos más crudos son gobiernos títeres que obedecen los lineamientos de Estados Unidos», agregó el experto, quien recordó las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que el presidente Noboa únicamente está jugando un papel electoral y lo que quiere es mantenerse en el poder sin importar la salvaguarda de los ecuatorianosni el desarrollo auténtico de Ecuador.
«Estados Unidos tiene un fuerte interés en mantener a Noboa porque es afín a los intereses de Washington para poder intervenir en toda la parte económica política y cultural de Ecuador; le puede servir como un Estado satélite en el que le permita tener informacióny agencias de inteligenciaposicionadas en América Latina a través de Ecuador», explicó.
Entonces, dice el internacionalista, EEUU ya tiene a América del Sur «bastante» vigilado por Argentina y por Ecuador.
Además, el asalto a la embajada mexicana también abona a que América Latina no se unifique, dice el maestro en Relaciones Internacionales.
«El escenario idóneo es que se pudiera empezar a tratar de superar, pero es muy complicado porque significaría que (el presidente argentino Javier) Milei y Noboa traten de superar sus sesgos ideológicos e integrarse como América Latina».
«Lo que no ha entendido la derecha en América Latina es que una América Latina unificada podría contrarrestar el impacto que tiene Estados Unidos en la región,superar esta condena que nos hace Washington a toda América Latina al subdesarrollo», dijo López Alvarado.
Ciudad de México, 8 de abril 2024
Crónica Digital/Voces del Sur Global