Autoridades chilenas buscan hoy una solución a los problemas creados por la falta de cupos en los establecimientos educacionales, donde unos tres mil niños y adolescentes quedaron fuera del curso escolar.
Según la funcionaria, una solución inmediata sería crear jornadas dobles en las zonas más afectadas y posteriormente construir nuevas infraestructuras.
El caso es aprovechado por partidos políticos de derecha para atacar al Gobierno, incluso a nivel internacional.
Diputados de la Unión Demócrata Independiente, entre ellos Eduardo Cornejo y Sergio Bobadilla, solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos enviar una misión especial a Chile para constatar lo que denominaron como “una grave vulneración de derechos”.
La subsecretaria Arratia aseguró este miércoles que no se trata de un problema nacional sino de algunas comunas y cursos, y recordó que la obligación de gestionar las matrículas adicionales corresponde a los denominados “sostenedores” de los colegios.
En Chile el sistema escolar es complejo y está formado por los sectores público, privado y mixto y la gran mayoría de los alumnos estudian en este último, donde se concentra el problema actual.
Funcionan mediante una subvención estatal y capital privado y son administrados por los sostenedores, encargados de gestionar todo lo relativo al proceso docente y velar por el cumplimiento de las normas establecidas por las autoridades gubernamentales.
La práctica viene del siglo XIX, tiempo en el cual instituciones religiosas o benefactoras recibían dinero para brindar educación a niños y jóvenes, y se extendió en 1990, cuando a esas entidades se les sumaron capitales privados.
Según una tesis de grado de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, para 2009 el 70 por ciento de los establecimientos de primaria y nivel medio estaban manejados por sostenedores privados.
Santiago de Chile, 14 de marzo 2024
Crónica Digital/PL