Momentos de exquisita sensibilidad, gracia y humor provocó hoy la participación del comediante chileno Lucho Miranda en la cuarta jornada del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.
Calificado como la revelación del momento, el actor se interpreta a sí mismo en sus espectáculos, donde demuestra que vivir con una discapacidad no limita la realización de las personas en ningún aspecto, incluido el difícil arte de provocar la risa.
Luis Miranda tuvo una asfixia nasal durante su nacimiento que le provocó parálisis cerebral y debió pasar varios años en instituciones de rehabilitación.
Estudió contabilidad y ejerció esa profesión en la comuna de su natal ciudad de Vicuña, región de Coquimbo, practicó además varios paradeportes, hasta descubrir que su real talento era hacer reír a los demás.
“Siempre me tomé la vida con humor, porque si me la tomaba de otra manera me iba a afectar más”, suele comentar cuando explica su decisión de practicar la comedia.
Hay algunos dispuestos a reírse de quienes tienen una discapacidad, dijo en los primeros minutos de su espectáculo en la Quinta Vergara, pero la mayoría prefieren reír y disfrutar junto a ellos y lo demostró con su rutina, donde no dejó indiferente a nadie.
Con un humor delicado, pero sin remilgos, narró anécdotas ciertas o inventadas de su infancia, la vida escolar, los amores adolescentes y juveniles y hasta sus primeros escarceos sexuales, provocando una riada indetenible de carcajadas en un público difícil de complacer.
Las redes sociales se llenaron de comentarios a propósito de su actuación, entre ellos los del periodista Víctor Hugo Robles, quien escribió: “buena rutina, divertida, diferente y participativa, incorporando bienvenidas reflexiones sobre capacidades diferentes”.
Otro usuario expresó cómo con humor Lucho Miranda hace una crítica social a la enorme y preocupante ignorancia que existe en Chile sobre las distintas discapacidades, tanto físicas como mentales.
El público premió al humorista con las gaviotas de oro y plata, máximos galardones otorgados por el Festival de Viña del Mar 2024, adaptadas con unas manillas para que él pudiese levantarlas.
Durante la cuarta jornada del evento musical más antiguo de América Latina también estuvieron en la Quinta Vergara de la Ciudad Jardín el artista urbano puertorriqueño Mora y la cantante Anitta, de Brasil.
Santiago de Chile, 29 de febrero 2024
Crónica Digital/PL