Crítica
Por Miguel Alvarado Natali, Editor de Cultura
“Cadáver de Dios” es una comedia llena de sarcasmos ambientada en la Edad Media. Escrita por Cristóbal Cartes y dirigida por Marco Espinoza. La está presentando la compañía Reina Caballo hasta el 3 de marzo en el Teatro Mori Recoleta.
Merlín, es un joven mago que mientras camina por un bosque medieval de Europa Occidental, se topa con Aldreda y Jacinta dos monjas, juguetonas y con ansias de explorar el mundo más allá de las puertas de su convento. Es aquí que encuentran un extraño cadáver dorado de un alienígena, con una evidente y diversa sexualidad, que calló a la tierra. Este ser, mentalmente se comunicará con Merlín para enseñarle el futuro de la humanidad, lo cual dejará deslumbrado al mago, quien pondrá en dudas sus creencias y la cosmovisión de él y las religiosas de cómo el mundo va a sufrir cambios radicales sobre todo en la fe y el concepto de género.
La escenografía sugerente y clásica consigue una atmósfera rica gracias al aporte de un vestuario muy bien elegido y cuidadosamente diseñado. En tanto el aporte audiovisual y musical hace de este montaje una experiencia fantástica que va encantando a los asistentes. Lo irreal y lo extraño es anecdótico cuando el futuro que se les presenta a los protagonistas es más apocalíptico en nuestro presente. “Todos los humanos usan en una de sus manos espejos rectangulares que no dejan de mirar”.
Merlín, es interpretado por Francisco Dañobeitia, el cual por estos días está en la telenovela “Como la vida misma” del Mega. Nos estrega un personaje picaresco, una especie de bufón que tras sus diálogos hay un cuestionamiento a la cosmovisión del mundo medieval. Su actuación es graciosa, juguetona y la interacción con el público escapando de la escena y de su propia época es novedosamente surreal. Mientras que en los roles de las lésbicas monjas están Daniela Eichin como Aldreda y María Paz Zavala encarnando a Jasinta Jacosa. Aldrede se ha escapado del monasterio en busca de una luz dorada que ella cree que es Dios, al cual le debe dar las explicaciones por sus pecados sexuales. En tanto Jasinta Jacosa la viene a buscar al bosque, ella esconde un secreto que asombra al auditorio. Estas devotas, tienen esa culpa que les agrada, son curiosas y risueñas y este sello está dado por ambas actrices que están sólidas y seguras en el escenario.
El resto del elenco está formado por Rafaela Soro y Joaquín Rodríguez, quienes encarnan a dos estilizados extraterrestres que dejan a la vista su diversidad. Sin duda que los disfraces dorados muy llamativos no dejan indiferente a los asistentes y son un verdadero aporte a la historia.
Lúdica, extraña y original es “Cadáver de Dios”, una puesta en escena de buen ritmo, sin espacios vacíos donde el autor construye un texto de ficción provocativo sobre las creencias de una época. La libertad, el sexo y la religión quedan en jaque cuando al personaje principal le muestran el futuro, que no es nada menos que nuestro apocalíptico presente. La obra nos va develando el delirio de un par de mujeres iluminadas y de un mago que ya estaba adelantado a su tiempo. Siendo entretenida y con momentos de humor, nos invita a reflexionar sobre cómo ha ido cambiando nuestra percepción del mundo y la interrogante eterna del ser humano: Quienes somos, de dónde venimos y para dónde vamos.
Dramaturgia: Cristóbal Cartes. Dirección: Marco Espinoza. Diseño de escenografía: John Álvarez. Diseño de vestuario: Pedro Gramegna. Diseño de Iluminación: Tobías Díaz. Realizador audiovisual: Mario Vernal. Diseño sonoro: Rodrigo Belmar. Producción: Daniela Eichin. Prensa: Mario Vernal.
Elenco:Francisco Dañobeitia, Daniela Eichin, María Paz Zavala, Rafaela Soro, Joaquín Rodríguez.
Por Miguel Alvarado Natali
Santiago de Chile, Crónica Digital, 28 de febrero 2024