Esta medida causa un gran malestar en la población local, porque eliminará un elevado número de empleos y también afectará a pequeños emprendimientos que sobreviven gracias a la actividad de la fundición.
La Enami comenzó el proceso en enero y la detención de actividades estaba prevista para abril, pero sorpresivamente este miércoles se anunció su adelanto para el viernes 23 de febrero.
Según el directorio de la empresa estatal, la causa del anticipo es que las dos principales proveedoras de materias primas dejaron de surtir debido a los problemas financieros de la firma y las reservas alcanzan justo para la fecha indicada.
Así lo dijo el vicepresidente ejecutivo, Iván Mlynarz, quien agregó que seguirán trabajando para superar la situación.
La paralización del laminador, agregó, es necesaria para sustentar la empresa y garantizar a los pequeños mineros la compra de sus materiales con el objetivo de comercializarlos.
Sin embargo, el sindicato de la fundición expresó su desconfianza de que se trate de una medida temporal, pues en el plan de modernización no aparece ninguna fecha determinada para el inicio de la construcción de nuevas obras.
El eventual cierre definitivo de la planta de Paipote, fundada en 1952, dejaría sin empleo a unos mil obreros, agravaría la disminución de la producción de cobre en Chile y tendría un impacto negativo en la pequeña minería y la confianza de inversionistas foráneos en el país.
A finales de enero los trabajadores, acompañados por el gobernador de Atacama, Miguel Vargas, así como legisladores de esa región, realizaron una protesta frente al Palacio de La Moneda en esta capital.
Santiago de Chile, 21 febrero 2024
Crónica Digital/PL