El Día Mundial para la Justicia Social promueve hoy ese anhelo en el centro de las agendas políticas internacionales, nacionales y regionales al reconocer sus beneficios para la economía y las sociedades.
La fecha, celebrada desde 2008, reconoce que promover el trabajo decente y una agenda de globalización justa centrada en los derechos fundamentales, las oportunidades de empleo, la protección social y el diálogo social constructivo entre gobiernos, empleadores y trabajadores es clave para situar la justicia social en el centro.
Sus defensores admiten, no obstante, la existencia de grandes desafíos: una precariedad laboral generalizada, un alto grado de desigualdad y el desmoronamiento de los contratos sociales, exacerbados por las crisis mundiales.
Estas realidades amenazan los avances logrados en materia social, por lo que la fecha convoca a reforzar las instituciones y las políticas que realmente promueven la justicia social como una prioridad urgente.
En ese sentido, la ONU propone una gobernanza inclusiva y eficaz del trabajo, la garantía de oportunidades de empleo y aprendizaje permanente, la reforma de las instituciones para lograr resultados más justos en el mercado laboral y la ampliación de la protección social a lo largo de la vida de las personas.
Sin embargo, el organismo advierte la necesidad de un enfoque integrado en todos estos ámbitos.
Este 2024, la Organización Internacional del Trabajo conmemorará la ocasión con siete actos que se celebrarán en las principales ciudades del mundo y reunirán a ponentes de alto nivel del mundo laboral de Asia, Medio Oriente, Europa, América Latina y el Caribe, entre otras regiones.
El objetivo, de acuerdo con el programa previsto, es indagar en la mejor manera de situar la justicia social en el centro de las agendas políticas internacionales, nacionales y regionales.
En la resolución aprobada para dar lugar a la fecha, la Asamblea General reconoció como indispensables el desarrollo social y la justicia social para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas.
Al mismo tiempo, consideró que el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Naciones Unidas, 20 de febrero 2024
Crónica Digital/PL