Equipamiento militar de Estados Unidos y personal del Buró Federal de Investigaciones (FBI) arribaron a la nación sudamericana, mientras crecen hoy las sospechas sobre las reales intenciones de esa ayuda.
El arribo tiene lugar mientras una delegación de funcionarios, incluida la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, continúa su visita al territorio ecuatoriano.
En medio del conflicto armado interno decretado por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, el país norteño entregó más de 20 mil chalecos antibalas para la Policía Nacional, así como un millón de dólares en equipos claves de seguridad y respuesta a emergencias.
La embajada de Washington en Quito informó que personal del FBI se encuentra en Ecuador para apoyar a la Fiscalía General y a las fuerzas policiales. El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, almirante Jaime Vela, confirmó el arribo de un avión Antonov AN-124, con matrícula ucraniana, al aeropuerto de Guayaquil con mercancías provenientes de Estados Unidos, aunque no precisó su contenido por cuestiones de seguridad.
Este lunes, la delegación de alto nivel de Estados Unidos se reunió en el Palacio de Carondelet con el mandatario Noboa y miembros de su equipo.
Tras finalizar el encuentro, la canciller Gabriela Sommerfeld, calificó la cita como una «señal política potente y concreta» de respaldo ante la situación del país.
Varios analistas advierten que la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador y la declaratoria de conflicto armado interno podrían constituir una oportunidad para que Estados Unidos profundice su presencia militar.
Organizaciones sociales rechazan también esa ayuda, que califican como injerencia y pérdida de soberanía.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) calificó como poco transparente la cooperación ofrecida por la Casa Blanca.
Quito, 23 enero 2024
Crónica Digital/PL