Crítica
Por Miguel Alvarado Natali, Editor de Cultura
“Temis” es una obra con tintes de humor, ironía y fantasía, que va cayendo poco a poco en un drama. Escrita por Pablo Manzi (Amansadura, Donde viven los bárbaros y Tú amarás). Con la dirección de Andreina Olivari y del propio Manzi, nos sumergen en una familia que ha hecho un próspero negocio, pero acosta de una mal llamada justicia y equidad, como lo representa la diosa griega Temis. Se está presentando bajo la compañía Bonobo, en el Teatro Mori Recoleta hasta el 14 de Enero.
Luego de la quiebra del negocio del padre, el cual terminó abusando de sus trabajadores, sus cuatro hijos crean una nueva empresa en la cual no quieren que eso se repita. Este renovado emprendimiento tiene características sustentable de reciclado, con buenas ganancias y a la cual le han querido dar un sello acorde a los nuevos tiempos, proponiendo prácticas inclusivas y antidiscriminatorias entre sus operarios, con protocolo y todo. En tanto una hermana que nadie conocía, hija del padre, -que a propósito está delirante en una silla de ruedas-, aparece para ponerlos en jaque con respecto a los conceptos de hermandad y justicia al reclamar una compensación económica, ya que mientras sus hermanos tenían un buen pasar, ella vivía en la calle.
Con personajes bastante reales a la hora de ver a cuatro hermanos que funcionan muy bien, en eso de ser distintos. Uno más analítico y un poco egoísta (Guilherme Sepúlveda). Otro que pasa en una realidad a veces absurda ( Gabriel Urzúa). El tercer hermano es retraído, en buen chileno, es el que pesa menos en la familia ( Carlos Donoso). Y por último tenemos a la hermana conciliadora (Paulina Giglio). Todos estos roles son asumidos por un elenco potente donde hay un buen desplazamiento escénico. El rol del padre decrépito lo asume Gabriel Cañas, con una actuación tan notable que se nos olvida que es un actor joven y sin maquillaje para interpretar a un viejo. El cual es perseguido por su conciencia y esperando la llegada de la Diosa Temis para un inminente castigo. La aparecida y pobre hermana es asumida por la actriz Marcela Salinas, quien se plantea correctamente en el escenario. Ella levanta una polvareda en la familia e incomoda a los hermanos.
Aplaudible el excelente trabajo de Máscaras de O’Ryan Lab y de prótesis a cargo de Jocelyn Olguín. La música muy adecuada de Camilo Catepillán es un buen aporte para que se creara una atmósfera bien lograda y dar el énfasis a las escenas. La escenografía realista no la pude hacer cuadrar con lo contemporánea y el argumento progresista de la historia. Es más bien una ambientación noventera y muy clase media para la condición socioeconómica de la familia. Pero la explicación se puede dar en que es la casa histórica del padre, sin haberla modernizado. Convengamos que además ninguno de los personajes hace ostentación de su riqueza, más bien lo que hace al menos uno de ellos, es que lo que tienen es producto de su trabajo. Y es aquí el conflicto eterno de la desigualdad, ya que los hermanos ganan 10 o 20 veces más que sus trabajadores.
El estallido social del 2019 en Chile está marcado por estos conceptos de “desigualdad e injusticia” y para un sector del país fue un acto de barbarie todo lo que paso. Pero esta puesta en escena escarba en una sociedad civilizada donde también encontramos la barbarie, reflejada en esa violencia escondida, inconsciente, casi subterránea del que no se conforma con lo justo. Estos hermanos quieren hacer las cosas bien, son buenas personas y hasta han creado un protocolo que favorece a sus empleados, pero en definitiva lo único que les interesa a los trabajadores es la plata, en un país que se puso insoportablemente caro y dudosamente ético. Aquí no puedo sacar de mi mente cómo habra sido para los argentinos escuchar de su nuevo presidente: “No hay plata”. Será un acto de barbarie y la diosa Temis deberá venir por él?.
De buen ritmo y una trama bien hilada y que además genera un quiebre sorprendente en la historia, con un juego de espacio y tiempo, donde bárbaros del pasado, estos que se mantenían en un nivel intermedio entre el salvajismo y la civilización, buscan una respuesta en este mundo moderno. “Temis” es un montaje actual, hilarante por momentos, con un humor incómodo y una fantasía mitológica que calza a la perfección con nuestra realidad, donde todo gira en torno al egoísmo y cinismo. Nos hace reflexionar de la eterna desigualdad, que va acompañada con injusticias, ese sufrimiento de clase o el de alguna orientación sexual. Nos sumerge en un sistema social al cual debemos poner atención, un estado democrático que también podría estar siendo bárbaro con las políticas y decisiones que nos impone.
Ficha:
Dirección: Andreina Olivari y Pablo Manzi. Dramaturgia: Pablo Manzi. Diseño integral: Felipe Olivares y Juan Andrés Rivera (Los Contadores Auditores).
Máscaras: O’Ryan Lab. Prótesis: Jocelyn Olguín. Música: Camilo Catepillán
Producción: Alessandra Massardo. Jefe técnico: Alex Waghorn. Duración: 85 minutos. Edad recomendada: + 14 años
Elenco:Gabriel Cañas, Carlos Donoso, Paulina Giglio, Marcela Salinas, Gabriel Urzúa, Guilherme Sepúlveda.
Por Miguel Alvarado Natali
Santiago de Chile, Crónica Digital, 14 de Enero 2024