La convicción desde el Gobierno de que el diálogo sigue siendo la mejor vía para lograr consensos en Venezuela, definió como una de las estrategias importantes en el 2023.
Juan Carlos Díaz Guerrero
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Venezuela
Tal apuesta del presidente Nicolás Maduro -intrínseca en su forma de gobernar e incentivada con particular énfasis en este último año- derivó resultados positivos en los ámbitos social, político y económico, no solo hacia lo interior, sino también en lo internacional.
Como él mismo reconoció, el 2023 fue un año de mucho esfuerzo, trabajo y dedicación para maniobrar en varios frentes a la vez y sacar ventajas, sin mayores costos políticos, ante sus partidarios y adversarios, sobre todo estos últimos que no cejaron en torpedear ni un instante su accionar.
Alcanzar cierto estado de paz después de los convulsivos años vividos en varias etapas desde su asunción como jefe de Estado en 2013, con actos violentos (guarimbas), intentos de magnicidio, invasiones terroristas, bloqueos y sanciones, denotan todo un esfuerzo colectivo.
El mandatario reconoció como uno de los grandes logros del año la “unión nacional”, sustentada en cinco consensos validados con todos los sectores de la sociedad y que constituyen brújula para el futuro inmediato y posterior para seguir fortaleciendo la Revolución bolivariana.
Hablar de “unión nacional” sin importar la opinión política, preferencia partidista o ideológica, no es poca cosa en un país signado en los últimos 24 años por la polarización como se manifiesta a través de las urnas.
Esos cinco consensos compartidos -que Maduro llamó a “cuidar, construir y llevar adelante”- están dirigidos a la construcción de un modelo económico; a la condena de las “sanciones criminales” de Estados Unidos y sus aliados europeos contra Venezuela.
Incluyen también la defensa de la paz, la convivencia, tolerancia y el diálogo entre venezolanos, además de rechazar el odio y el divisionismo; recuperar el estado de bienestar social producto de las sanciones y agresiones; y la recuperación de la Guayana Esequiba a través del derecho internacional.
El último trimestre de 2023 reservó los mejores resultados con acuerdos que abrieron el camino, y son vitales para la sanación de la nación como fueron los pactos con la extremista Plataforma Unitaria Democrática (PUD), con Estados Unidos y con Guyana, por solo mencionar tres.
ACUERDOS Y RESULTADOS
Después de vaivenes, diatribas y amenazas, el Gobierno y la PUD retomaron las negociaciones en octubre y concretaron en Bridgetown, Barbados, convenios parciales de carácter político y electorales para todos y la protección para los intereses vitales de la nación.
Maduro señaló que estos acuerdos son buenos para el país en el marco de la ley y la Constitución, y añadió que los mismos serán muy beneficiosos para la paz y las venideras elecciones (previstas para el 2024).
Esos pactos, aún en pleno desarrollo -como dijo el jefe de la delegación oficialista para el diálogo, Jorge Rodríguez- resultaron en el levantamiento parcial de algunas sanciones de tipo económico por Washington en las áreas del petróleo, gas y la minería.
Además de establecer un mecanismo, ya concluido su término, para la revisión de las inhabilitaciones a algunos políticos venezolanos, aspirantes a participar en las presidenciales del segundo semestre del venidero año, y cuyos resultados aún se esperan.
Las conversaciones sostenidas compulsaron también a un canje de prisioneros con el Gobierno estadounidense que propiciaron la liberación del diplomático nacido en Colombia y nacionalizado venezolano, Alex Saab, por algunos ciudadanos norteamericanos, dos de ellos terroristas, y nacionales.
Saab llegó a la República Bolivariana el 20 de diciembre, acompañado por Rodríguez, y fue recibido en la pista del aeropuerto internacional Simón Bolívar, de Maiquetía, estado de La Guaira, por la primera combatiente y diputada a la Asamblea Nacional Cilia Flores y sus familiares, esposa e hijos.
El Gobierno bolivariano celebró con júbilo en un comunicado la liberación y retorno a su país del funcionario, secuestrado en Cabo Verde y en una cárcel estadounidense en violación del Derecho Internacional.
La nota indicó que el pueblo “lo recibe con orgullo” luego de haber sufrido tres años y medio de detención ilegal “bajo tratos crueles, inhumanos y degradantes” y violados sus derechos humanos y la Convención de Viena que le confiere inmunidad diplomática.
Alex Saab es una víctima de la retaliación del gobierno de Estados Unidos por sus excepcionales esfuerzos internacionales en la protección de los derechos sociales de todas y todos los venezolanos, ante el recrudecimiento de las medidas coercitivas unilaterales, señaló.
Saab manifestó sentirse orgulloso de servirle al pueblo de Venezuela y a “este gobierno humano, leal, que no abandona, y a un gobierno que, como yo, nunca se rinde, y un pueblo que jamás se rendirá tampoco, venceremos siempre”, acotó.
Calificó este momento de histórico, en el que la República Bolivariana impuso nuevamente como única vía y con la firme convicción del presidente Nicolás Maduro, de que el “dialogo da mayores frutos que el odio”.
REFERENDO Y PACTO CON GUYANA
Convocado en septiembre por la Asamblea Nacional y celebrado el 3 de diciembre con la participación de más de 10,5 millones de personas, el referendo consultivo fue visto como expresión de unidad nacional, sin distingo político, religioso o clase social, mediante la campaña Venezuela Toda.
En mes, los venezolanos se unieron a un tema complejo y casi desconocido para la gran mayoría que capitalizó en el diálogo directo sostenido en San Vicente y las Granadinas entre los presidentes Nicolás Maduro y su homólogo de Guyana, Irfaan Alí.
Ese encuentro, con el auspicio de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Comunidad del Caribe (Caricom), y los buenos oficios del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, contribuyó a reducir las tensiones entre ambos países. Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas y presidente pro tempore de la Celac, al exponer en una carta enviada a ambos gobernantes las marcadas diferencias y que “nunca es fácil la resolución de viejas controversias”, sugirió “recurrir a la sabiduría proverbial de Salomón”.
Así como a la paciencia de Job y la previsión de todos los profetas antiguos para “engendrar buena vecindad en paz, justicia, seguridad y prosperidad”.
Aunque Maduro reconoció tensión en las conversaciones, por momentos, el diálogo terminó con un fuerte apretón de manos, como mismo inició, y con una declaración conjunta de 11 puntos que definió los pasos a seguir por las partes para su cumplimiento.
Los mandatarios sudamericanos expresaron su compromiso con la búsqueda de la buena vecindad, la convivencia pacífica, y la unidad de América Latina y el Caribe.
Pactaron que ambos Estados se abstendrán, ya sea de palabra o, de hecho, de intensificar cualquier conflicto o desacuerdo derivado de cualquier controversia entre ellos.
Los gobernantes acordaron continuar el diálogo sobre cualquier otro asunto pendiente, de importancia mutua para los dos países, y concertaron establecer inmediatamente una Comisión Mixta de los ministros de Relaciones Exteriores y técnicos de los dos Estados para tratar los asuntos mutuamente acordados.
En un plazo de tres meses la comisión presentará una actualización a los presidentes de Guyana y Venezuela.
Convinieron, además, que cualquier controversia entre los Estados se resolverá de conformidad con el Derecho Internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra de 1966, y “no se amenazarán -directa o indirectamente- ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancia”, incluidas las derivadas de cualquier controversia existente entre ambos países, entre otras.
El encuentro en la isla sanvicentina -más allá de los acuerdos alcanzados- dejó el mensaje claro de que América Latina y el Caribe están en condiciones de resolver sus propios problemas y de mantener la región como zona de paz como fue acordado en La Habana, Cuba, sin injerencias externas.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) saludó la celebración del diálogo directo de alto nivel y elogió el liderazgo de la región, mediante la Celac y Caricom, en la labor de acercar a las partes para una conversación franca.
Maduro recordó a su regreso a Caracas a los comandantes Hugo Chávez (1954-2013) y Fidel Castro (1926-2016) y señaló que el mismo día del acuerdo con Guyana (14 de diciembre) se conmemoraban los 19 años de la fundación del ALBA-TCP; “¡Ah, vaya manera!”, acotó.
La Alianza está más viva que nunca, la idea de Simón Bolívar, de la unión y la liberación del continente está más viva que nunca; “la idea de Fidel, la idea de Chávez late, vibra y vive en nuestra vida, en nuestro esfuerzo, en nuestras luchas”, destacó.
Caracas, 29 de diciembre 2023
Crónica Digital/PL