Por Marcel Garcés Muñoz
Según parece el país está convocado a una nueva definición política constitucional este domingo 17 de diciembre, y el clima se ha “polarizado” a un extremo “insufrible” poniendo en riesgo, no solo la estabilidad institucional democrática sino un orden justo para la inmensa mayoría del país, sus jóvenes, mujeres, sus trabajadores y los sueño de futuro de sus ciudadanos.
Las oligarquías políticas derechistas, los gremios empresariales retardatarios, optaron por un texto ilegitimo por su origen y su elaboración amañada por órganos que corresponden a una voluntad legítima, representativa y soberana, sino que lisa y llanamente a la voluntad de imponer la vigencia de un orden y un equilibrio social y político que busca recomponer el poder impuesto por la dictadura de Pinochet, por la vía de negar los avances logrados por la institucionalidad de la transición democrática y las luchase los ciudadanos, tras el fin de la tiranía homicida, con la recuperación democrática por la transición legitimada por la soberanía democrática de 1980.
La ilegitimidad de los cuerpos “constitucionales” instalados por un acuerdo de las elites políticas comprometidas le restan legitimidad a sus retóricas, discusiones, y acuerdos, y al desconocimiento que la soberanía democrática, y su reemplazo por un batería demagógica y mentirosa impuesto a la ciudadanía, metodología de las tiranías, para hablar supuestamente a nombre del pueblo, a no0mbre del pueblo, de la nación , de las llamadas “fuerzas vivas” que se apresuraron a sumarse al coro de la fuerzas, del orden económico o militar según convenga.
Esto se ha hecho en Chile, generando un ámbito de inseguridad, de violencia, de terror, de insurgencias reales o simuladas, en un marco de acusaciones contra los poderes legítimos del Estado, de acusaciones constitucionales, de denuncias falsas, que buscan debilitar la autoridad, desestabilizar las estructuras del Estado, con programas, acusaciones y sobre todo en la perspectiva de proyectos, programas, definiciones e irresponsabilidades de los políticos, elites, oligarquías, cuerpos de asesores, expertos, estrategas, en fin de los habituales “expertos”, a a los que recurren las “señores políticos”, o dueños del capital para encubrir sus intereses, y principalmente sus objetivos económicos de clase y de poder.
Sin embargo la disyuntiva propuesta para el plebiscito de este domingo 17 de diciembre: el “A Favor” o “El Contra” del texto constitucional redactado por la ultraderecha de los Republicanos, la UDI, los pinochetistas, las bandas paramilitares y forajidos al estilo de “Pancho Malo”, y algunos del supuesto bando de “Centro”- Amarillos a abducidos por “El Mercurio”- y otros grupitos y personajes a contrata, no parece haber captado el interés y mucho menos el entusiasmo de los ciudadanos.
Los propios editorialistas de El Mercurio, demuestran su desencanto y se preparan para asumir la derrota política , y tratar de culpar a los desleales, que se han dado “un gustito”, de dudar de la victoria que creyeron aplastante en la definición ciudadana.
El diputado Guillermo Ramírez, jefe de bancada UDI, que proclamaba una victoria aplastante hasta hace poco, el lunes 11 de diciembre, a todo ancho de página de “El Mercurio” reconoce la eventualidad – casi la inevitabilidad- de una derrota de su opción ultraderechista “A Favor”.
No deja de tener una conclusión decepcionante su análisis de la perspectiva política de la coyuntura para el sector, cuando concluye, “Si perdemos estrechamente, cada división y cada gustito absurdo habrá sido relevante”.
Pero como si lo anterior no bastara, el escribidor del sector más inmoral de la derecha recalcitrante, Gonzalo Rojas, que por goza de espacio, y remuneraciones de El Mercurio, apunta a los que en la Derecha no participan de las agresiones políticas contra el Gobierno y contra la democracia.
Dice el escriba: “Si el Gobierno lograra una victoria este domingo con el En Contra, pesará una enorme carga sobre la conciencia de quienes, desde la derecha hubiesen contribuido”.
Agrega Rojas, que mas allá de las estadísticas, “Si el gobierno frente amplista-comunista lograra una victoria este domingo con el “En Contra”, pesará una enorme carga sobre la conciencia de quienes, desde la derecha, hubiesen contribuido a esa terrible derrota de la libertad y del bien”.
Y para que no queden dudas de la estrategia que propicia “El Mercurio” y los clanes oligárquicos a través de uno de sus escribas más abyectos y ofensivos, que atribuye a esa “indeseable” victoria de la opción progresista este domingo 17, unas consecuencias catastróficas, ya que, insiste, se “logra contra todo sentido común, respirar por un tiempo aires de victoria, gracias a la estulticia de unos apoyos, que pueden resultar decisivos”.
En fin para la Derecha, la elección será “estrecha”, las franjas electorales muestran ”decadencia” , “la franja del “A Favor” “además de un tono agresivo y polarizante, promete resultados que exceden con mucho lo que no puede lograr un texto constitucional”., “evidente no puede hablar de un t3xto que encierra criminales”, o “afirmar que “gana la democracia cuando se acaban las esperas eternas”, en salud”, lo que “involucra una promesa cuyo cumplimiento poco tiene que ver con lo que declare o no una Constitución”, y se han convertido “ por momentos en un verdadero resumidero, de desinformación, verdades a medias”.
O cuando, apunta, “la distorsión rozó la grosería, cuando en las primeras emisiones se afirmó también que “nadie quiere que le roben sus ahorros””.
Como se dice, “con la opinión editorial de El Mercurio mediante, “a confesión de parte, relevo de pruebas”.
Por lo visto lo que la Derecha prepara no es un análisis objetivo de un resultado electoral, de una expresión de la soberanía democrática sino una estrategia de desconocimiento de la voluntad soberana de la ciudadanía y la movilización de lo que le queda de queda de fuerza política, social, económica y fáctica, para mantenerse en movilización e insurgencia permanente y desconocer la voluntad expresada por la mayoría nacional.
De manera que más allá de las cifras electorales del ejercicio constituyente, de las explicaciones y los discursos, lo que permanece es la determinación de los ciudadanos en la defensa de la democracia, sus derechos, su porvenir, su capacidad de organización y su responsabilidad con la historia y la Patria, amenazados por la ofensiva revanchista de una Derecha violentista, agresiva que vuelve a recurrir al miedo, la mentira, la demagogia, el terrorismo, la desinformación, la tergiversación deliberada, la calumnia, la conspiración sediciosa.
Intentando dar un tono ponderado a este reconocimiento de la falta de límites éticos de su estrategia política y propagandística, en la cual es un descarado cabecilla, “El Mercurio” advierte y pontifica en su comentario de “La Semana Política”, del domingo 26 de noviembre recién pasado:
”Aunque los resultados están abiertos, las encuestas muestran hasta el momento una clara tendencia que beneficiaría a la opción en contra.
“Lo que más llama la atención en estas últimas semanas, sin embargo, es el grado distorsión que tiene la discusión constitucional, sobre todo en la franja televisiva obligatoria. Convertida ésta en una especie de red social más, absorbiendo gran parte de sus vicios, ha sido el centro de noticias falsas y exageraciones, en una especie de guerrilla de eslóganes de campaña donde cualquier cosa, por inverosímil que sea, está permitida con tal de infundir miedo al votante o mostrar las bondades de un proyecto llevando sus alcances al extremo”.
De manera que es necesario asegurar, defender el voto ciudadano, progresista, patriótico, como dice la edición chilena de “Monde Diplomátique”, en un artículo esclarecedor del Rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Alvaro Ramis: ”DETENER A LA ULTRADERECHA PARA RECONFIGURAR LA ESTRATEGIA DEL CAMBIO”.
Ello es una tarea histórica pendiente, urgente, necesaria, indispensable, ineludible, patriótica, sean cuales sean los resultados estadísticos y consecuencias políticas del Plebiscito del 17 de diciembre.
La confrontación entre un SI mayúsculo por el CAMBIO y un NO contundente contra el RETROCESO, pasa a ser el objetivo estratégico, movilizador, que debe nutrir el despliegue de un esfuerzo colectivo, la organización amplia del pueblo, el despliegue de todas las consignas y banderas progresistas y la creatividad de masas para asegurar el futuro.
Ahí nos encontramos todos.
En la calle, en la organización, en los escenarios del pueblo, en las canciones, en la inspiración y el compromiso. En los sueños de futuro y en el presente de movilización popular, en la trinchera de nuestras demandas de justicia, de libertad y democracia.
Por Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director
Crónica Digital
Santiago de Chile, 16 de diciembre 2023
Crónica Digital