A estilo de los deportistas recuperándose de lesiones, el socialista Pedro Sánchez asume hoy su segundo mandato gubernamental en España entre algodones.
De momento, predominan las congratulaciones tanto desde las filas de la izquierda y parte de grupos centristas, organizaciones sindicales y sociedad civil en el plano interno, como del exterior incluida la dirección de la Comisión Europea.
También, las advertencias del conservador Partido Popular (PP) de que no bajará la cabeza ante la eventual ley de amnistía, como prometió su líder Alberto Núñez Feijóo, y sus amenazas de seguir alentando manifestaciones en las calles confirman el escozor que dominará a la política nacional en los próximos meses.
La reelección de Sánchez, tras casi cinco accidentados años en el Palacio de la Moncloa, se produjo tras un cuestionado pacto que dio lugar a la propuesta de ley de amnistía a los independentistas del llamado procés de Cataluña en 2017.
Los acuerdos de los socialistas del PSOE con Junts y Esquerra Republicana de Cataluña, permitieron a Sánchez obtener el apoyo de 179 diputados de los 350 que componen el Parlamento, tres escaños más de los requeridos para hacerse del poder.
El actual Presidente del Gobierno en funciones contó además con la mayoría absoluta gracias también al espaldarazo de la coalición Sumar; PNV y EH Bildu del País Vasco; BNG de Galicia; y Coalición Canaria.
En todo caso, el PP continuó su andanada de críticas y su vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons, valoró como una humillación que la Eurocámara debata el próximo miércoles sobre la calidad democrática de España a raíz de la ley de amnistía.
‘Lo que se ha acordado en Waterloo se va a examinar en Estrasburgo’, señaló Pons al referirse al pacto del PSOE con Junts, en específico con su máximo dirigente Carles Puigdemont, prófugo de la justicia española desde 2017.
Escucharemos de labios de Puigdemont qué es a lo que realmente se ha comprometido España y “les aseguro que habrá diputados históricos en la defensa de la democracia que van a hablar alto y muy claro sobre el reto o el daño que al Estado de derecho va a producir lo que se está pactando hacer en esta legislatura”.
Para los próximos días se espera la configuración del nuevo Consejo de Ministros, pero mientras tanto la ultraderecha de Vox, secundada en muchos casos por figuras del PP, no se desmovilizará de las calles para descalificar a Sánchez y a su Ejecutivo de izquierdas.
Núñez Feijóo no dejó de enfrentarse a Sánchez en duros términos. Ambos políticos se lanzaron daros de distintos alcances, aunque cada uno aceptó el juego de la democracia. El mandamás del PP en su papel acentuado de encabezas el bastión de la derecha y el líder del PSOE convencido de adelantar con éxito una segunda administración.
A todas luces, la crispación será el común denominador de los debates futuros en la política de España.
Madrid, 16 de noviembre 2023
Crónica Digital/PL