La Casa de Nariño, sede de la presidencia de Colombia, rinde hoy homenaje a la memoria del maestro Fernando Botero, el artista colombiano más importante del siglo XX, fallecido esta mañana en el principado de Mónaco.
La Paloma y la Madre Superiora, dos de sus piezas más emblemáticas ubicadas en la antesala de los salones Gobelinos y Bicentenario o Consejo de Ministros, de la casa presidencial, fueron donadas por el artista y representan el centro de interés de quienes visitan cotidianamente la sede gubernamental.
La Madre Superiora, La Monja o Sor Palacio, es una pintura al óleo sobre tela que el maestro Botero entregó al presidente Belisario Betancur en 1982.
Desde su llegada a la sede presidencial, la obra se convirtió en un símbolo que ha ocupado lugares privilegiados en los salones de la Casa de Nariño.
Primero estuvo en el salón Protocolario, pero se desmontó en el gobierno del presidente Virgilio Barco y en el mandato de César Gaviria, La Monja volvió a ser exhibida, pero el exgobernante Ernesto Samper la retiró y la trasladó al Museo Nacional.
Su regreso a la Casa de Nariño se realizó en el gobierno de Andrés Pastrana y fue recibida con alfombra roja y su entrada fue la Plaza de Armas. Desde ese momento no ha vuelto a abandonar la sede presidencial.
En cuanto a la Paloma de la paz, principal símbolo del Acuerdo de Paz alcanzado entre el Estado y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, fue donada por el maestro Botero en septiembre de ese año al país y entregada al presidente Juan Manuel Santos para que los colombianos y extranjeros la visiten en la sede presidencial.
Fue ubicada en el salón Gobelinos de la Casa de Nariño, pero al finalizar el periodo presidencial de Santos fue trasladada al Museo Nacional.
Durante cuatro años el ícono de la paz estuvo en el histórico museo y, recién llegó a la Casa de Nariño, cuando el presidente Gustavo Petro ordenó que volviera a la casa presidencial. «Otra vez en su lugar», dijo.
«El palacio se abre al público con horarios. Todo este arte es también para la sociedad. La gente puede ver la espada de Simón Bolívar y, ahora, la Paloma de Botero. Mi deber es que se vuelvan públicos, de la gente», aseguró el jefe de Estado.
Artistas, políticos, familiares, amigos, críticos de arte, Colombia toda, llora hoy el fallecimiento de Fernando Botero, su pintor, dibujante, escultor más reconocido en el mundo.
El destacado artista, quien sobresalió por su estilo singular expresado en sus múltiples esculturas y pinturas, particularmente por la interpretación del figurativo, denominado como boterismo, fue diagnosticado con neumonía la semana pasada, pero luego de ser hospitalizado prefirió tratar la enfermedad en su hogar en Mónaco, donde falleció.
«Ha muerto Fernando Botero, el pintor de nuestras tradiciones y defectos, el pintor de nuestras virtudes. El pintor de nuestra violencia y de la paz. De la paloma mil veces desechada y mil veces puesta en su trono», expresó Petro al conocer la triste noticia.
Bogotá, 15 de septiembre 2023
Crónica Digital/PL