A 50 años del golpe de Estado subsisten en los intersticios y pliegues de la memoria historias dramáticas como la del encapuchado del Estadio Nacional, un ex militante de izquierda que, luego del 11 de septiembre de 1973, colaboró con diversos servicios de inteligencia, según su propia declaración a la Vicaría de la Solidaridad, transformándose en el aquel temido personaje que, oculto su rostro por una sucia pañoleta con unos cuantos agujeros para ver y respirar, y acompañado siempre por militares, recorrió los pasillos del recinto deportivo, reconvertido en campo de concentración, identificando a antiguos compañeros de ruta y de militancia política y sindical, muchos de los cuales fueron ejecutados o permanecen desaparecidos hasta hoy.
Indagar en la historia y en las circunstancias de ese personaje fue el objetivo que motivó al periodista y documentalista Juan Azócar a realizar el corto documental “El encapuchado del Estadio Nacional”, cuyo rodaje se hizo en 2012, pero que fue liberado recién el pasado 18 de agosto.
“Ad portas de los cincuenta años del golpe cívico militar de 1973, me pareció necesario que este corto, que hicimos como un ejercicio en el marco de la licenciatura de cine documental, pudiera ser visto por más personas, en la idea de contribuir al debate sobre el dramático impacto que el golpe tuvo en las biografías de miles de personas, como víctimas, en el caso de los prisioneros políticos que fueron vejados en ese recinto deportivo devenido en prisión, pero también en la vida de personas como el hombre detrás de la capucha, puesto en una situación límite en la que el miedo y la traición probablemente se entrecruzaron, en una situación sin retorno ni escapatoria”, señala el realizador.
En poco más de 28 minutos, el documental explora en la figura del temido encapuchado, “una figura que constituye parte de la memoria y de un imaginario que el paso del tiempo ha desdibujado, tornando su propia existencia en un espectro contradictorio y fantasmal, del que nadie había llegado a conocer, hasta ahora, el verdadero rostro del hombre de carne y hueso que respiraba detrás de la aterradora capucha con la que recorrió los pasillos del principal centro de prisioneros políticos del país en 1973, durante los meses de esa brutal y fatídica primavera”, agrega.
En el documental, varios ex compañeros de militancia política y sindical, el ex Vicario de la Solidaridad –ante quien el encapuchado haría la confesión que finalmente le costaría la muerte– e incluso uno de sus hermanos son las voces que van aportando datos esenciales y contradictorios fragmentos de memorias, para ir reconstruyendo las circunstancias del personaje.
En el documental, incluso, se hace una contraposición de dos declaraciones del encapuchado, la realizada ante el principal organismo humanitario de la Iglesia Católica, en 1977, en la que reconoce su rol como encapuchado y su activa colaboración con la represión, y otra, sorprendente y desconocida hasta hoy para la gran mayoría, efectuada a fines de 1973 en la Embajada de Suecia en Chile, ante un equipo periodístico de ese país.
Un personaje que un 24 de octubre, cuatro meses después de la confesión ante la Vicaría de la Solidaridad, aparecería muerto en una oscura calle de La Florida, con diecisiete puñaladas.
EL DOCUMENTAL SE PUEDE REVISAR COMPLETO EN EL SIGUIENTE ENLACE: https://www.youtube.com/watch?v=qGDg4zTwyiE&t=1470s
Por Pedro Urrejola. El autor es periodista.
Santiago, 01 de septiembre 2023.
Crónica Digital.