La crisis en la frontera Perú–Chile ha vivido largas horas de tensiones y enfrentamientos con un saldo de dos migrantes heridos y el bloqueo de la carretera que vincula a los dos países. En el lugar, unos 300 indocumentados, según cifras de Amnistía Internacional, permanecen sin poder continuar el retorno a sus países. El pasado viernes entró en vigor el estado de emergencia decretado por Lima.
La llamada “Línea de Concordia”, la zona fronteriza entre Perú y Chile, es el escenario de la crisis migratoria en Latinoamérica. Hace más de dos semanas decenas de personas, en su mayoría de origen venezolano y haitiano y, en menor medida colombianos, permanecen varados mientras intentan infructuosamente cruzar desde Arica hacia Tacna.
Los migrantes enfrentan el clima inhóspito que caracteriza al desierto de Atacama. Algunos han levantado tiendas de campaña improvisadas con mantas, pero carecen de agua y otros servicios básicos.
Los extranjeros alegan que Chile ha endurecido sus políticas migratorias, lo que les impide encontrar empleo, por lo que su deseo es regresar a sus países de origen y que Perú es solo un país de tránsito. Pero Lima, que alega motivos de seguridad, no permite su paso.
La tensión en la zona se profundizó el jueves 27 de abril, cuando los migrantes intentaron a la fuerza continuar con su trayecto, lo que causó choques con los uniformados desplegados por ambos países.
El Gobierno chileno pidió al día siguiente abrir un “corredor humanitario” para todas estas personas. “Nuestro objetivo ahora es controlar la crisis que se ha generado en la frontera, pero el objetivo principal de fondo es crear un corredor humanitario desde Chile para que estas personas logren volver a su país”, dijo el Subsecretario del Interior Manuel Monsalve.
Con este propósito, representantes del Gobierno de Chile han establecido contacto con las autoridades del país vecino. “Hemos conversado con el Gobierno de Perú la posibilidad de generar condiciones para un corredor humanitario, aéreo o terrestre, lo que implicaría tener compromiso con otros países de la región”, señaló Gloria de la Fuente, Subsecretaria de Relaciones Exteriores.
Según la Organización Internacional para Migraciones (OIM), la mayoría de los migrantes, el 70%, asegura tener la intención de arribar a Venezuela, el 11% afirma que se dirige a México o Estados Unidos u otros destinos y solo el 5% señala que pretende permanecer en el territorio peruano.
Amnistía Internacional llamó a Chile y Perú a detener la “militarización” en la zona fronteriza y respetar las normas internacionales sobre la protección de migrantes y refugiados. La reconocida organización humanitaria expresó “su profunda preocupación por la situación de precariedad absoluta en la que se encuentran estas personas como resultado de políticas crueles y deshumanizadoras que violan las normas internacionales y leyes de Perú y Chile para la protección de personas en necesidad de protección internacional”.
El Gobierno de la Presidenta peruana Dilma Boluarte decretó el estado de emergencia en las fronteras con Ecuador, Colombia, Brasil y, por supuesto, Chile. La medida, que entró en vigor el viernes y se extiende por 60 días, permite la movilización de policías y militares a la región fronteriza para restringir el tránsito y la movilidad.
Boluarte declaró que el objetivo es “preservar el orden interno” y contener la llegada de migrantes. Al anunciar su decisión, la Mandataria atribuyó el aumento de la violencia en su país a los “actos delictivos” cometidos por migrantes.
El Primer Ministro de Perú, Alberto Otárola, arremetió contra el Presidente Boric cuando lo acusó de “tirar hacia otro país” su “problema” con la migración. “Lo que le pedimos al Presidente Boric y a los demás Presidentes es que solucionen sus problemas y que no los tiren a nuestro país. Estamos conversando activamente con las autoridades migratorias chilenas para resolver un problema que afecta a los dos países”, afirmó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Perú informó que su país le expresó su protesta a Chile por la “falta de colaboración” de sus autoridades policiales en la frontera.
El canciller de la nación, Alberto van Klaveren, señaló que hay “un problema humanitario importante en la zona” y sostuvo que la decisión de Boluarte “aumenta la presión” en la frontera.
TENSION EN LINEA DE LA CONCORDIA
El sábado, a un indocumentado lo evacuaron en una ambulancia desmayado por el impacto de una piedra en la cabeza, en una pelea entre extranjeros y comerciantes que intentaban romper el bloqueo establecido en la pista que va de Tacna a Arica.
La policía chilena, en escaso número, logró disuadir a la mayoría de los migrantes, pero un grupo menor insistió en el bloqueo, aunque los roces con los transportistas y otros peruanos que intentaban cruzar a Chile como hacen a diario por realizar allí compras o comercio informal.
Previamente, los migrantes intentaron sobrepasar a la fuerza la barrera que formaban los policías peruanos, pero tras un breve enfrentamiento, fueron obligados a mantenerse del lado chileno, donde se concentran a diario grupos que hasta el viernes habían logrado cruzar clandestinamente la frontera de noche y caminar por el desierto llegar a la ciudad de Tacna.
Ante la persistencia del bloqueo, un coronel de la policía peruana pidió con un altavoz a sus pares chilenos que colaboren despejando el bloqueo, pero no obtuvo respuesta, mientras una larga columna de cientos de autobuses, automóviles y camiones.
Un sacerdote chileno intentó convencer a los extranjeros de despejar la vía y hasta se arrodilló ante ellos, pero no aceptaron y un grupo de comerciantes peruanas pasaron al lado chileno a pedir a los policías el desbloqueo, con igual resultado.
A su retorno, las mujeres dijeron que la respuesta fue que para Chile los bloqueadores están en una tierra de nadie de 30 metros a la que sus policías no pueden acceder. Un periodista que cruzó la barrera policial peruana, fue conminado retirarse por policías chilenos.
La frontera fue reforzada tierra adentro por cerca de 200 militares peruanos en 12 puntos críticos por los que pueden cruzar migrantes clandestinamente y militares chilenos hicieron lo mismo con anterioridad, lo cual ha generado preocupación internacional.
Un incidente similar al del sábado dio lugar el jueves último a una protesta diplomática peruana por la falta de colaboración de la policía chilena a controlar en su lado el desbande de migrantes que intentaron avanzar por la fuerza hacia Perú.
La Cancillería chilena protestó por su lado por calificaciones afrentosas que fueron lanzadas en televisión por el alcalde de Tacna, Pascual Güisa, contra el Presidente Gabriel Boric.
Sin embargo, representantes diplomáticos de ambas naciones mantienen un diálogo en busca de solución que deberá concertarse, según criterio generalizado, con los gobiernos de los países de los migrantes, como Colombia, Venezuela y Haití.
INICIATIVAS DE VENEZUELA
Un funcionario consular venezolano inició un censo de sus compatriotas varados en la frontera Perú–Chile, en la perspectiva del posible envío de un avión para repatriar a quienes lo deseen, previo acuerdo entre los gobiernos.
Bajo el ardiente sol del desierto fronterizo, el funcionario Jean Carlos Evans, del Consulado de Venezuela en Lima, escuchó múltiples voces de compatriotas que le pedían ayuda para regresar a su patria.
“El Gobierno del Presidente Nicolás Maduro puede mandar un avión”, en el contexto de la Operación “Vuelta a la Patria”, a llevarlos a casa, siempre y cuando los Gobiernos de Perú y Venezuela coordinen la operación en el marco de las normativas de los dos países, dijo. Añadió que, primeramente, “debemos saber cuántos y quiénes son” y exhortó entonces a los migrantes a registrarse.
Al mismo tiempo, un mensaje de Twitter del canciller venezolano, Yván Gil, dio cuenta de contactos con las Cancillerías de Perú y Chile, en los cuales Venezuela ha solicitado “plenas garantías y respeto a los derechos humanos de nuestros compatriotas”.
“Asimismo, hemos solicitado garantías para que nuestros aviones de Conviasa puedan aterrizar y despegar en la zona, así como abastecer combustible en un eventual operativo de nuestro Plan Vuelta a la Patria que nos permita regresar sanos y seguros a nuestros compatriotas”, agrega.
Conviasa es la aerolínea estatal venezolana y es una de las empresas a las que Estados Unidos aplica sanciones o represalias extraterritoriales como parte del bloqueo económico a Venezuela y por efecto de esas medidas Argentina confiscó un avión en agosto de 2022.
En su visita a la frontera peruano–chilena, el funcionario consular escuchó las dramáticas historias de los migrantes venezolanos, colombianos y haitianos, impedidos de entrar a Perú camino a sus países, por problemas de documentación migratoria y porque Chile no los deja regresar a su territorio.
Una mujer joven dijo que pasó en Chile muchos meses sin empleo y aseguró que ni ella ni los demás migrantes venezolanos quieren ir a ningún otro país y solo quieren volver a su patria.
Adriana Rivera relató que llegó a Chile con su hija y su nieto de siete años hace un año y dos meses y pasó casi un año sin conseguir empleo, “mientras allí todo es costoso”, por lo que solo quiere volver a su país.
“Dicen que la situación en Venezuela está difícil, pero no me importa, yo puedo trabajar para comer, no necesito lujos”, aseveró.
LA CANCILLER DE PERU
La canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi, manifestó que conversó personalmente con su colega de Chile, Alberto van Klaveren, y convinieron en concertar medidas para un mejor control migratorio, a raíz de la crisis fronteriza bilateral.
“Tuve una conversación con el canciller chileno y hemos acordado medidas entre nuestras autoridades para un mejor control del flujo de migrantes en nuestra frontera común”, aseguró en una rueda de prensa junto al Primer Ministro, Alberto Otárola, tras una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros.
Añadió que acordaron establecer “un mecanismo técnico a nivel de vicecancilleres” en el que se tratará la problemática migratoria que tiene alcance regional, por lo que el diálogo incluirá a contrapartes de países vecinos afectados por el problema.
De otro lado, el Primer Ministro manifestó que la posibilidad de otorgar a los migrantes varados en la frontera peruano–chilena salvoconductos para que atraviesen el territorio peruano de regreso a sus países, depende de lo que decidan las Cancillerías en su diálogo.
Sobre el reforzamiento del control policial y militar de las fronteras para impedir ingresos ilegales, dijo que “la decisión es que ya no podemos seguir brindando servicios públicos a quienes ingresan de manera desmedida y descontrolada”.
Negó que el Gobierno responsabilice a los extranjeros de la delincuencia, pero existe “un grupo pequeño, pero complicado, que es ilegal, que nos está causando serios problemas y exacerbando el delito en el país”.
LOS OBISPOS PERUANOS
La Conferencia Episcopal católica de Perú pidió a las autoridades peruanas y chilenas que proporcionen ayuda humanitaria a los migrantes, y manifestó preocupación por la crisis migratoria en la frontera entre ambos países.
En un comunicado, solicitó a ambos Estados “realizar los esfuerzos necesarios y acciones eficaces que conlleven a resolver esta difícil crisis migratoria; asimismo, de manera urgente, ofrecer ayuda humanitaria como paliativo a las necesidades de los migrantes”.
Añadió que a la Iglesia le corresponde defender la vida y la dignidad de todo ser humano, sin excepción de nacionalidad, sexo, credo o status social.
“Invocamos a las fuerzas del orden a que, en su legítimo derecho y responsabilidad de velar por la seguridad nacional, actúen con humanismo y profesionalismo, respetando en todo momento la dignidad de los migrantes, más aún si se trata de niños, ancianos y mujeres”, expresó en obvia alusión a las medidas policiales y militares tomadas por ambos gobiernos.
También invocó a los migrantes a evitar actos violentos y provocaciones que causen la reacción de más violencia por otras personas incluidas las fuerzas del orden.
Planteó que los gobiernos, en especial los de América Latina, actúen con rectitud y legalidad hacia esos migrantes, “respetando sus derechos, pero también las normas migratorias y la seguridad de las fronteras para mantener el clima de paz entre las naciones”.
Con información de la Agencia Latinoamericana de Noticias Prensa Latina.
Santiago, 30 de abril 2023.
Crónica Digital.
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