Chile vive hoy un grave problema de inseguridad y narcotráfico, flagelos cuyos orígenes se remontan a tiempos de la dictadura militar y que para enfrentarlos requieren respuestas integrales, opinó el analista político Juan Andrés Lagos.
El tema, recurrente aquí, volvió a los primeros planos luego de que tres policías de carabineros fueran ultimados en el ejercicio de sus funciones, lo cual llevó al Congreso Nacional a acelerar la aprobación de un paquete de leyes.
“Tenemos claro que el nivel de inseguridad es bastante fuerte, no es una cuestión menor, pero también debemos recordar que esto se originó después del golpe de Estado de 1973 cuando se desataron aquí el narcotráfico, el lavado de dinero y otros delitos”, declaró Lagos a Prensa Latina.
Estos problemas -dijo- siguieron bajo los gobiernos posteriores de la Concertación y de la derecha y continúan hasta hoy.
En opinión del también periodista lo que se ha hecho durante la actual administración en materia de recursos y esfuerzos materiales y humanos para enfrentar el problema es incomparablemente superior a todo lo que se hizo en gobiernos desde 1990 hasta acá.
Citó como ejemplos medidas que ya se habían venido trabajando desde hace tiempo como la transferencia de mil 500 millones de dólares para fortalecer el rubro de seguridad y el equipamiento de la policía, y la implementación de un plan en 30 comunas donde se concentran los delitos más violentos.
Se están tratando de aplicar también, pese al boicot de la derecha, leyes que permitan investigar a fondo el lavado de dinero invertido en inmobiliarias y casinos, porque el narcotráfico es un negocio, recordó.
La oposición, denunció Lagos, está aprovechando la situación actual para imponer medidas represivas que no tienen ninguna eficacia frente al crimen organizado porque su objetivo es deslegitimar al Gobierno y legitimar la represión a la protesta social.
El también miembro de la comisión política del Partido Comunista de Chile considera que la solución al problema requiere de un plan integral donde estén involucrados los municipios, las juntas de vecinos y las organizaciones sociales.
Es necesario además una rápida modernización de la policía de carabineros, particularmente en los procedimientos y sistemas preventivos, para poder enfrentar a los grupos delincuenciales.
Ayudar a las familias pobres para que sus hijos y nietos salgan del crimen organizado, donde se les usa en los asaltos y robos de vehículos, e incrementar los vínculos con países vecinos en el enfrentamiento a estos males, son también medidas necesarias, opinó el analista político.
Una encuesta de la empresa de investigación de datos Criteria, publicada este fin de semana, arrojó que el incremento de la violencia y el tráfico de estupefacientes es la principal preocupación de los chilenos.
Santiago de Chile, 10 de abril 2023
Crónica Digital/PL