
Ladestation fuer Elektroautos in der Stadt. 2 Autos koennen gleichzeitig per Kabel an der Station angeschlossen werden.
Por Cristóbal Chávez Bravo
Chile ha llevado a cabo esfuerzos para impulsar su parque eléctrico móvil en los últimos cinco años, como añadir 1.000 buses eléctricos al transporte público de la capital o la homologación de este tipo de vehículos provenientes desde los mercados más importantes, pero el gremio vehicular pide un plan de acción contundente para alcanzar los objetivos.
A inicios de febrero pasado, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones de Chile, Juan Carlos Muñoz, celebró la incorporación del bus eléctrico número 1.000 a la red de transporte público de Santiago, la capital del país, donde habitan más de siete millones de personas.
«Estamos consolidando a Santiago como una de las capitales del mundo con más vehículos de este tipo, lo que se traduce en viajes de mejor calidad para miles de personas que pueden subir a un bus cómodo y seguro para sus trayectos», señaló el funcionario.
Muñoz explicó que el país se demoró cinco años en llegar a los 1.000 buses. «Pero nos demoraremos apenas 6 meses en alcanzar los 2.000», alentó.
Asimismo, la capital completará en este primer semestre 24 electroterminales, además de sumar avenidas especiales para el tránsito de los buses eléctricos y zonas de carga dispuestas en diferentes zonas de la capital.
En el mismo mes, el Gobierno chileno también anunció la actualización del Decreto 26, que posibilitará la homologación de los vehículos eléctricos que se venden solo en el mercado chino, el origen del mayor número de vehículos de este tipo en el mundo.
Tras proclamar esta noticia, el subsecretario de Transportes, Cristóbal Pineda, aseveró que esta medida representa el compromiso del país sudamericano para acelerar la electromovilidad más allá del transporte público, a través de una agenda que busca facilitar el recambio a vehículos cero emisiones.
En Chile está en vigor la Estrategia Nacional de Electromovilidad que busca, entre otras medidas, que al 2035 solo se vendan vehículos livianos y medianos que sean eléctricos, entre ellos los que el país importe para el transporte público.
El secretario general de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), Diego Mendoza, explicó que el estándar mínimo de los elementos de seguridad que deben tener los autos que lleguen para ser homologados al país sudamericano es el más avanzado en Latinoamérica y se ha extendido para los vehículos eléctricos que importan.
«Hoy día Chile está adoptando normas y actualizando normativas de instalación de cargadores, porque no tenemos una red de carga potente. De hecho, es muy incipiente, ya quedó chica para la cantidad de vehículos eléctricos que se vendió el año pasado», afirmó a Xinhua el representante del gremio.
«Tenemos que esperar (a ver) qué ocurre con los estándares internacionales de carga. Por lo tanto, Chile está esperando esa decisión para ver como ponemos redes de carga rápida masiva», detalló.
Según un estudio de la ANAC, en 2022 se registró el mayor número de inscripciones de vehículos propulsados con tecnologías de cero y bajas emisiones en Chile, al contabilizar 6.904 unidades inscritas, un aumento del 106,2 por ciento en comparación con el año anterior.
«Las ventas eléctricas se van a ir duplicando, o más, en nuestro país y no hay redes de carga. La idea es tener claridad en las normativas para poder poner cargadores», apuntó el vocero de ANAC.
Asimismo, Mendoza lamentó que Chile no tenga un subsidio para comprar vehículos eléctricos. «Es la única manera de sobrepasar los primeros porcentajes de participación conductual en un mercado», explicó.
«El Gobierno chileno ha anunciado que la electromovilidad es una de sus metas, está en el programa, entonces, por lo tanto, felices de apoyarlo, pero hasta este minuto no tenemos un programa de cómo se va a lograr esa meta en 2035», afirmó el vocero de ANAC.
Mendoza también lamentó que Chile no tenga programas de incentivos y que la única diferencia que tiene un vehículo eléctrico con uno a combustión es que no paga ciertos impuestos, como la exención del pago del permiso de circulación o la liberación del impuesto a la emisión de partículas contaminantes.
«Son algunos incentivos enfocados en el usuario que hacen que sea más accesible a la compra, pero todavía no hay un programa completo de incentivos para adquirir», abundó.
Sin embargo, Mendoza resaltó que Chile está desarrollando «positivamente» la generación eléctrica, fundamental para una electromovilidad verde.
En 2022, por primera vez en 15 años, se inyectó a la matriz energética de Chile más electricidad proveniente de fuentes renovables que de fuentes térmicas, tras aportar un 55 por ciento al total de la matriz.
Santiago de Chile, 3 de marzo 2023
Crónica Digital/Xinhuanet.com