Crítica.
Por Miguel Alvarado Natali, Editor de Cultura
“Argumento contra la existencia de vida inteligente en el Cono Sur” escrita por el dramaturgo uruguayo Santiago Sanguinetti y dirigida por Mario Monge y Laura Zavala. Se está presentando en el Teatro del Puente por la compañía Catástrofe hasta hoy 15 de Enero. Es un drama absurdo con pinceladas de humor negro, donde los cuatro personajes en escena buscan validar la violencia política, rememorando ideologías añejas y diálogos sin mucha consistencia: “Hay que matar a Daniel Matamala”.
Después de una larga noche de carrete en una casa de Santiago cuatro estudiantes de humanidades siguen “la junta” para materializar el plan de acabar con el capitalismo. Es esta generación que nació en democracia, no conoció la dictadura y parece estar perdida y muy alejada de esas grandes utopías de los años 70. El neoliberalismo se los está tragando y se quieren liberar de este, ¿Cómo?: un tiroteo masivo –al igual que esos tantos que han protagonizado francotiradores gringos en escuelas, coordinado con otras dos universidades la de Buenos Aires y Montevideo, tres atentados al unísono, que según ellos van a calar tan hondo en la sociedad produciendo un cambio radical.
Con actuaciones potentes, que bordean el delirio, los actores aprovechan muy bien el espacio escénico. Linus Sánchez, sorprende cantando rap, interpreta a Mateo, un tipo que ya es padre y un poco esquizofrénico, con sueños y pesadillas que ni él logra comprender, está convencido que el camino de las armas es la solución. Por su parte el actor Raúl Riquelme en el papel de Manuel, se le ve cómodo. Es un personaje dubitativo y a pesar que tiene sus miedos está dispuesto a llevar a cabo su plan suicida. La actriz Rocío Canales, interpreta a Erika, la pareja de Mateo. Ella es muy lúdica, con una correcta actuación para un personaje que es un torbellino de ideas y la encargada del transporte de armamentos. Y por último tenemos a Consuelo Pinilla, la cual encarna a Sofía, quien tiene una guagua con Manuel. Sofía vendría siendo la más “cuerda” del grupo, serena, con sangre fría y tierna a la vez. En general todos los actores despliegan un buen nivel, están muy sólidos y se nota la entrega que hacen en el escenario, pese a lo complejo que es este tipo de presentaciones llenas de ironía y sátira, cuyo argumento es un bombardeo de información.
Excelente iluminación, música y vestuario. La escenografía muy bien lograda, un living, una mesa de centro, una cama y un baño a la vista. Nos dan los componentes para crear la atmosfera necesaria, donde se incluyen elementos audiovisuales para darle un toque más real a la escena. La entrada de los personajes bailando y uno de ellos rapeando en vivo, nos sitúa en medio de un “carrete” y el uso de máscaras, imágenes y símbolos, que van apareciendo en el transcurso de esta puesta en escena, sirven de apoyo necesario al texto.
Argumento contra la existencia de vida inteligente en el cono sur, es un montaje cuyo texto está plagado de datos y figuras históricas. Con diálogos hilarantes, estridentes y coléricos. Aquí el ritmo es continuo y desde la primera escena consigue la atención de los asistentes. Sus personajes caen fácilmente en contradicciones e inseguridades, tornándose de pronto absurdos. Es una puesta en escena controvertida, delirante y donde no hay tiempo de pensar mucho, hay que solo digerir la trama y de a poco el sin sentido tiene su lógica. Es una obra que nos sumerge en un presente que no queremos ver, donde el neo liberalismo corre por nuestras venas. Nos invita a reflexionar sobre la violencia como método de cambio social, las ideologías y la revolución. La democracia post dictadura que al final incubo a estos estudiantes convirtiéndolos en extremistas, antihéroes que solo les dejaran a sus hijos la muerte por “la causa”. El Che Guevara, llegó a esta generación como un revolucionario endeble y más chascón, ahora es “el puto Che”.
Santiago, Crónica Digital, 15 de Enero 2023
Dramaturgia: Santiago Sanguinetti
Dirección: Mario Monge – Laura Zavala
Diseño integral: Laura Zavala
Diseño sonoro: Diego Betancourt
Elenco: Raúl Riquelme, Consuelo Pinilla, Rocío Canales y Linus Sánchez
Co-producción: Laura Pfennings – Josefa Schultz
Investigación: María Paz Mallegas
Fotografías: Constanza Lobos, Joaquín Batarce, Iván Cea y Alyn Body
Audiovisual: Emilia Martín