Algunos sectores pobres de los territorios de Texas y Mississippi en Estados Unidos enfrentan hoy crecientes problemas en relación con el acceso a la salud pública, a juzgar por informes de prensa e investigaciones.
A los pobladores de los condados de Texas que limitan con México, 75 por ciento de los cuales son de procedencia hispana, les va peor cuando se trata de seguro médico y acceso a la atención en comparación con aquellos residentes en otras regiones del mismo estado, según un nuevo informe de Kaiser Family Foundation (KFF).
En las mencionadas zonas, uno de cada tres adultos carece de cobertura, y tampoco hay suficientes médicos que se encarguen de la atención primaria, u obstetras, ginecólogos y dentistas, así como proveedores de atención de emergencia, acorde con la fuente.
Igualmente, un tercio de los adultos en los condados fronterizos de Texas con México dicen que tienen una salud «regular» o «mala», en comparación con un cuarto a un quinto de los adultos en el resto de los condados con condiciones geográficas similares en otros estados como Arizona, California y Nuevo México.
Asimismo, en Mississippi, más de la mitad de los hospitales rurales corren el riesgo de cerrar, con lo que se exacerbarían los malos resultados sanitarios ya exhibidos en uno de las regiones más pobres del país.
El oficial de salud estatal, doctor Daniel Edney, reveló que la presión financiera sobre esos centros hospitalarios provocaría el cierre de 38 de ellos, o sea, más de la mitad de aquellos enclavados en entornos rurales.
“Esa es una situación que es intolerable desde un punto de vista económico: perder el 54 por ciento de estos hospitales, y mucho menos desde la perspectiva del acceso a la atención”, dijo citado por el diario The Hill.
Las instituciones asistenciales rurales estaban bajo presión económica antes de la pandemia de Covid-19, y los problemas empeoraron a medida que aumentaron los costos para brindar atención.
El alto número de personas sin seguro de bajos ingresos significa que las instituciones asistenciales están en apuros y, al mismo tiempo, los costos laborales pesan sobre estos en su lucha por pagar salarios competitivos para retener al personal, aseguró la fuente.
La tensión es peor en la región del delta de Mississippi, una llanura agrícola con altos índices de pobreza donde parece inminente el cierre del hospital Greenwood Leflore, pese a la reducción constante de sus servicios y de su fuerza laboral, apuntó el reporte.
Washington, 27 noviembre 2022
Crónica Digital/PL