“Reabrir un horizonte de cambios para Chile” se titula un documento suscrito por más de mil personas, organizaciones sociales y movimientos de la sociedad civil, en el contexto de las negociaciones para implementar un nuevo proceso constituyente. Según explican, sería una iniciativa que ha reunido un grupo transversal de personas que, habiendo votado de manera distinta en el Plebiscito, comparten la necesidad de una Nueva Constitución por medio de un organismo democrático, participativo e institucional.
Uno de los voceros de la iniciativa es Álvaro Ramis, Rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, quien ha explicado que “la idea de un acuerdo político despojado de ciudadanía, puede desembocar en una falta de legitimidad del acuerdo y sobre todo del nuevo texto constitucional”.
Respecto de los firmantes, estos superan las 1.000 personas. Entre ellas, se encuentran el constitucionalista español Rubén Martínez, además de Víctor Osorio, exministro de Bienes Nacionales del segundo Gobierno de Michelle Bachelet.
Por su interés, Crónica Digital pone a disposición el texto completo del documento:
DAR LA PALABRA A LA GENTE
REABRIR UN HORIZONTE DE CAMBIOS PARA CHILE
- Somos un grupo de personas, organizaciones y movimientos de la sociedad civil de diversos orígenes, posiciones y trayectorias. Hoy nos reúne un profundo compromiso por el futuro de nuestro país. Estamos convencidos de que es necesario mirar al siglo XXI desde instituciones que respondan a los enormes desafíos de igualdad, libertad y justicia. Instituciones legítimamente democráticas que posibiliten mayor cohesión, mejor gobernabilidad y unidad en la diversidad existente en nuestro territorio. Muchos, en el contexto del debate constituyente que rechazó la propuesta de la Convención Constitucional (CC) el 4 de septiembre del año en curso, votamos de forma distinta.
- Una Nueva Constitución sólo puede nacer desde la soberanía democrática del pueblo de Chile, mediante un órgano electo para ese fin. Este órgano deberá definir de forma participativa y soberana el modelo de Estado y de país que deseamos. Un órgano constituyente sólo se puede validar mediante un método participativo que exprese la voluntad de todas y todos, y no mediante mecanismos que carezcan de legitimidad ciudadana e impidan la expresión de la diversidad. Hoy se buscan imponer límites o “bordes” en el proceso de negociación de reapertura del debate constitucional con el objetivo de no repetir la fallida experiencia anterior, es un estándar democrático mínimo que las decisiones más importantes deban ser definidas por la gente mediante una Consulta Nacional, no pueden ser impuestas por los partidos políticos sin más. Estos resultados sobre materias de fondo pueden perfectamente ser comprendidos como un mandato democrático a los futuros constituyentes de cara a la redacción de la Nueva Constitución. Llamamos a los partidos políticos, a definirse y pronunciarse sin ambigüedades.
- De esa forma, la Nueva Constitución podrá surgir desde un proceso claramente legítimo, que podrá asegurar una Constitución representativa y soberana que consagre y garantice los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales al pueblo chileno mediante un nuevo marco institucional que nos represente a todas y todos. Necesitamos una verdadera Nueva Constitución, no una reforma a la que rige de facto en la actualidad, y que garantice y promueva la democracia en todas sus dimensiones, la seguridad, la transparencia, el pluralismo, el buen vivir bien de las personas, el respeto a la naturaleza, la soberanía sobre nuestros recursos naturales y los derechos fundamentales como ejes rectores de nuestra convivencia.
- Sólo una ciudadanía activa, alegre y creativa puede garantizar que alcancemos una Constitución legítima y democrática. Para conseguirlo es necesario reimpulsar la reflexión y la confluencia amplia, plural y participativa, capaz de involucrar en su diversidad a los múltiples actores sociales que desde hace mucho tiempo trabajan desde distintos enfoques en hacer más justa la vida en nuestra patria. Invitamos a mantener y ampliar este gran horizonte del cambio constitucional, intercambiando experiencias y generando movilizaciones desde la base de nuestra sociedad que permitan restituir a nuestra gente su soberanía y sus derechos fundamentales.
- Todas las personas, organizaciones políticas y sociales y movimientos de la sociedad civil aquí representados nos comprometemos a seguir trabajando de manera unitaria y plural para que en cada plaza, en cada barrio y territorio se fortalezca un segundo aire de cambio. Impulsaremos procesos de formación, discusión y deliberación, desde abajo, que nos permitan seguir potenciando esta mirada plural, diversa y articulada, lo más amplia posible, convencidos de que:
Contar con una Constitución que exprese la soberanía popular, sin ataduras que emerjan más allá de la voluntad del pueblo legítimamente representado a éste propósito, constituye una condición para su aprobación popular y su legitimidad. Dar la palabra a la gente es esencial.
Santiago, 21 de noviembre 2022.
Crónica Digital.