Ese escenario se torna más complicado por la pandemia de la Covid-19 y la guerra en Ucrania, precisó el último informe de ese organismo sobre Comercio y Desarrollo, que plantea que el crecimiento económico de la región se ralentizará hasta 1,1 por ciento el próximo año.
Tal comportamiento vendrá después un incremento de la economía latinoamericana del 2,6 por ciento al cierre del corriente marcado por las mayores economías: Argentina, Brasil y México.
De acuerdo con la Unctad, para la mayoría de las economías latinoamericanas el deterioro de las condiciones financieras mundiales y los giros de política económica en las más avanzadas repercutirá al aumentar la vulnerabilidad a los choques externos.
La secretaria general de la Unctad, Rebeca Grynspan que el problema para la región es corregir el rumbo, teniendo en cuenta la combinación de alzas de tipos de interés, riesgo de los inversionistas y depreciaciones de los tipos de cambio.
Ante esta coyuntura, para Grynspan una mayor cooperación regional podría ofrecer un respaldo contra los choques imprevistos y ayudar a explotar nuevas fuentes de crecimiento.
La desaceleración económica que sufrirá Latinoamérica en 2022 y 2023 será la más grave entre las regiones en desarrollo, ratificó la jefa de la Unctad.
“En Latinoamérica y el Caribe, muchos países están soportando una presión más y más fuerte en sus posiciones de deuda externa y el aumento del costo de la vida es un problema que se agrava, agregó.
Ginebra, 8 octubre 2022
Crónica Digital/PL