La Administración del Presidente estadounidense, Joe Biden, podría dejar de pagar vacunas y tratamientos contra la COVID–19, lo que supondría hoy un costo elevado para unos 30 millones de personas sin seguro médico.
La idea del Gobierno es transferir al mercado comercial los fármacos y tratamientos contra dicha enfermedad luego de asumir esos costos desde el inicio de la pandemia, señaló el diario “La Opinión”.
El coordinador de respuesta de COVID–19 de la Casa Blanca, Ashish Jha, declaró que el Ejecutivo estudia cómo hará la transición de la “fase de emergencia aguda” de la pandemia, en la cual el Estado asumió la compra de la mayor parte de las pruebas, las vacunas y los tratamientos.
El próximo 30 de agosto, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, siglas en inglés) sostendrá un encuentro con representantes de compañías de medicamentos, farmacias y departamentos de salud estatales que tengan interés en una industria de tratamiento de COVID–19, notificó “The Wall Street Journal”.
Un portavoz del HHS estimó que el traslado de los pagos de medicamentos y vacunas contra la COVID–19 al mercado comercial demore meses.
Una vez más las grandes ganadoras de esa decisión serían las empresas farmacéuticas, en este caso Pfizer, BioNtech y Moderna, que fabricaron las principales vacunas utilizadas en esta nación.
Tan solo Pfizer reportó ingresos de 8,1 mil millones de dólares durante el segundo trimestre por su medicamento contra la COVID–19, Paxlovid, con el cual se trató el Presidente Biden.
Tanto la Administración del expresidente Donald Trump como la actual siempre planearon transferir los costos de las vacunas y los tratamientos contra la enfermedad del Estado a particulares, camino que ya se empieza a trazar, comentó el artículo de “La Opinión”.
Estados Unidos es el país con el mayor número de fallecidos como consecuencia del coronavirus SARS–CoV–2, más de un millón de personas, según los datos de los CDC y medios como “The New York Times”.
Washington, 20 agosto 2022.
Crónica Digital / Prensa Latina.