Por Luis Cifuentes Seves
Campo de concentración de Chacabuco, noviembre de 1973.
Me encontraba yo en un grupo de presos políticos conversando con Ángel Parra. De pronto se acerca un compañero y dice: “¡Ángel, Ángel, te tengo una pésima noticia! ¡Mataron a Marcel Garcés!”
Ángel puso una cara de espanto y se desencajó. Luego balbuceó: “¡No! ¡No puede ser! ¿Estás seguro?” El dolor ante la trágica noticia lo traspasaba.
De pronto, el informante se dio cuenta de que había cometido un gravísimo error y quiso corregirlo: “Perdona, perdona Ángel, la víctima fue Carlos Berger y me confundí”.
Berger había sido asesinado en octubre y la noticia nos había llegado con anterioridad, lo que no la hacía menos dramática, pero el impacto de la cruda equivocación quedó flotando en el aire. Ángel tuvo que sentarse para recuperar su normal actitud de resiliencia.
Para mí, que no conocía a Marcel más que de nombre, el episodio me fue revelador del valor de su persona, de los afectos y lealtades que concitaba.
Después, ya en el exilio, tuve conciencia de su participación en el programa “Escucha, Chile”, de Radio Moscú y, muchos años después, de su labor en Crónica Digital, diario virtual que se ha convertido en una combatiente y solidaria tribuna, recogiendo escritos de la intelectualidad más crítica del país y donde he tenido el privilegio de exponer no sólo opiniones de tipo histórico y político, sino también modestas creaciones literarias.
Quisiera terminar valorando y agradeciendo la existencia y supervivencia de Crónica Digital en la persona de Marcel y de todo su equipo, y muy en particular de quien ha llegado a ser mi amigo cercano, Iván Gutiérrez.
Seguimos, Marcel, Iván.
Seguimos, camaradas de esperanza.
Las espléndidas ciudades nos siguen esperando. Muchas gracias.
Santiago de Chile, 2 de agosto 2022
Crónica Digital