El número de víctimas se calculó por el peso de las cenizas, explicó Karol Nawrocki, presidente del Instituto de la Memoria Histórica (IMH), puesto que un cadáver humano corresponde aproximadamente a dos kilos de cenizas, destacó este jueves la radio de Varsovia.
Las víctimas fueron asesinadas como parte del plan alemán de exterminio antipolaco, que buscaba privar al país de las élites del Estado, de diplomáticos y sacerdotes, aseguró Nawrocki.
El IMH, organismo que supervisa las investigaciones históricas y arqueológicas en Polonia, indicó en un comunicado que los restos de los ejecutados en Soldau fueron exhumados probablemente en la primavera de 1944 y quemados para ocultar el crimen.
Por su parte, el fiscal jefe del IMH, Tomasz Jankowski, señaló que en la excavación se descubrieron dos grandes fosas comunes, de 28 y 12 metros de longitud, respectivamente, y unos tres metros de profundidad, pero se cree que en los bosques cercanos podrían hallarse más tumbas.
El campo de exterminio nazi de Soldau se construyó en septiembre de 1939 en Dzialdowo y en él fueron ejecutados miles de polacos que luchaban en la resistencia, así como ciudadanos judíos.
Varsovia, 14 julio 2022
Crónica Digital/PL